Eras tú, la luz en mi sendero,
la sonrisa que encendía mis días,
el latido más puro en mi pecho,
el amor que nunca pensé perder.
En tus ojos encontré el paraíso,
y en tus brazos, el refugio perfecto,
pero el miedo y la duda me alejaron,
de ese cielo que pintamos juntos.
Te llené de promesas y sueños,
y en cada uno de ellos, tu nombre era mi guía,
pero el tiempo, cruel y silencioso,
me llevó lejos, cuando más te necesitaba.
Hoy, en la soledad de mis pensamientos,
tu recuerdo me quema como fuego,
y cada día que pasa sin ti,
es un eco de lo que nunca debí dejar ir.
No espero tu perdón, lo sé,
porque el daño fue hecho, el dolor quedó,
pero en mi corazón, siempre serás,
el primer gran amor que jamás se borró.
Si pudiera volver el tiempo atrás,
si pudiera retomar tu mano y no soltar,
te diría que en cada rincón de mi alma,
tu nombre sigue siendo mi verdad.
Eras la felicidad que no supe valorar,
el amor que nunca debería haber dejado,
y aunque ahora solo me quede la distancia,
siempre serás mi primer gran amor, eterno y callado.
- Autor: LMRomero ( Offline)
- Publicado: 18 de agosto de 2024 a las 19:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Sergio Alejandro Cortéz, Santiago AlboHerna, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
bonito poema...
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