El amor no es algo etéreo,
no es una simple canción.
El amor de una generación solo existe,
mientras existe su flor;
después todo termina, nuestra vejez llegó.
Vendrán otros tiempos con sus amores;
otras maneras de vivir la música,
otras maneras de morir sin su flor.
Es lamentable que el dolor de su ausencia
se ensombrezca por mezquinos sentimientos
cuando el mundo muere en su dolor;
solo importa la triste noticia:
Ha muerto el Príncipe, ha muerto la flor.
Muchos dirán hermosas palabras a su memoria
y seguramente lo harán mejor que un servidor.
Se escribirán notables biografías.
Su vida será motivo de nuevas películas.
En algunas ciudades erigirán monumentos,
y su tumba (pase lo que pase),
será motivo de peregrinación.
Pero eso será cuando pase el tiempo,
cuando los libros, las películas, las estatuas,
sean la huella que deja para siempre,
la gloria que en vida sembró.
Más para nosotros,
simples mortales que convivimos con su obra viva,
ha muerto José, ha muerto el Príncipe,
ha muerto el amor para su generación.
Ya todo termina, la vejez llegó.
Frank Calle (10/ octubre/ 2019)
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Autor:
Frank Calle (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 19 de agosto de 2024 a las 02:23
- Categoría: Triste
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: labrujairreverente, jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Pais, Sergio Alejandro Cortéz, Dr. Salvador Santoyo Sánchez
Offline)
Comentarios1
El amor no es algo etéreo,
no es una simple canción.
El amor de una generación solo existe,
mientras existe su flor;
después todo termina, nuestra vejez llegó.
sensibles y reales letras.
Todo tiene su momento
Como la flor y la primavera.
como el candente estio,
y el blanco invierno.
Saludos estimado amigo poeta
Frankcalle
Amigo Salvador, cuesta mucho hablar de este poema, porque inevitablemente hay que regresar a José, aunque no esté. Fue nuestro Príncipe, y ninguna copia que salga puede pasar de ser un momento, un válido homenaje. Pero los homenajes terminan y la vida sigue, y José sigue en el recuerdo de todos los que lo vivimos on line. Solo el día que el último de nosotros desaparezca, desaparecerá el José de todas, y habrá un José para otros, que está en los videos, en los discos.. Algo similar pudiéramos decir de Gardel. Yo nací después de la muerte de Gardel, nunca he podido tener de él un recuerdo vivo, y por eso fui a buscarlo a su propia tumba, a la Chacarita, para llorarlo allí, para poder quedarme con él.
Un abrazo,
Frank
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