Cuando llevéis mi cadáver
rumbo a mi sepultura,
no olvidéis este ruego...
por favor, yo les pido.
No echéis mi nombre en el olvido,
ni lo entierren en un un lugar extraño.
No cubran mi rostro con un paño,
por ocultar la verdad de mis dolores.
ésta es mi última morada,
ya mi alma se despoja de mi cuerpo,
no olvidéis, que aunque me vean muerto,
estoy entre los vivos, como flor en un huerto.
No quiero un nicho, de lujos atractivos,
ni frases de ricuras elegancias.
Quiero sentir el rigor y la fragancia
de los campos floridos de mi pueblo.
A la hora del ritual, en mi partida,
no olvidéis de rezar una oración,
que diga lo que yo fuí entre mi gente,
y que mi muerte ha sido una misión.
Una lápida pido como recuerdo,
dónde grabada quede mi estadía,
allí...por siempre viviré sin rencores,
donde me alumbre, la luz de un nuevo día.
- Autor: manny (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2024 a las 17:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Martha patricia B, CARLOS ARMIJO R...✒️, Pilar Luna
Comentarios1
Una vez, me soñé muerto, y quice comvertir mi experiencia en un poema. Ahí está la prueba, de lo que sentí aquella noche.
Excelente. Amigo poeta, abracitos
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