Mi panal de miel
Cual abeja o mariposa, te elegí a ti,
no por ser la flor más hermosa, que lo eres,
sino por el inmenso amor que intuí
podíamos ofrecernos.
Muchos años han pasado
desde aquel señalado día,
mi castillo, ha sido asediado,
y vivo sin ilusión, ni alegría.
Cuantos sueños han acabado
sin apenas, haber comenzado,
cuantas flores para ti sembradas,
nunca fueron recolectadas.
Vivir, he vivido, sí,
pero lejos de ti, la vida no es nada,
añorando tus labios carmesí,
siempre me hallaba solo, la madrugada.
Ni salgo ya a pasear, para evitar,
que otras manos desconocidas,
pudieran, no ya tomar, sino acaso, solo rozar,
mis frías manos, siempre para ti comprometidas.
Los vientos llegados de lontananza,
me traen noticias, tristes para mí, de tu vida,
aun así, nunca pierdo la esperanza,
de que vuelva un día, la felicidad perdida.
Amor… ilusión…
¡Qué más da como se le nombre,
sí siempre por ti mi corazón,
llevará marcado a fuego, tu nombre!
Me precio, de vivir la realidad,
sé hasta dónde puedo y no puedo llegar,
pero el amor, no se mide por la capacidad,
la vida, es una flor, que hay que saber acariciar.
Siempre lo primero… serás tú,
tu felicidad, siempre será la mía,
sí amar requiere a veces sacrificios,
¿Hay alguno más grande, que el de la propia vida?
Comentarios2
Vivir para amar, no vivir por vivir
siempre el amor...
Buenos días Antonio, y así es, que hay más bonito en esta vida que el amor, se puede decir que la mayoría de humanos vivimos para él y gracias a él. Saludos cordiales
totalmente Jose.
Profundo y hermoso
Un saludo
Muchas gracias JV. Saludos cordiales.
Un saludo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.