Vagabundo

Chico

Besa el concreto con la mirada
bosteza,
escupe aburrimiento.
Un huacal de madera es su trono. 
¿Será un mirador de la lluvia cotidiana
o espera la huida de la hora gris?
¿Un preso al aire libre?
Detrás suyo cuelga una vida,
marchita: 
Una bolsa de plástico, 
un bastón, 
un morral, 
una memoria,
un pulmón herido.
Se busca en la lluvia, 
                         se desconoce. 
Así pasará 500 días.
La tristeza lo ha invitado a su casa.
                                            Coexisten
en un viejo parque
donde los niños ladran
y los perros se arrullan.

 

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Comentarios +

Comentarios1

  • Pelio

    A veces nos convertimos en vagabundos, cargando en nuestros hombros un costal de penas o de ilusiones.

    Saludos.

    • Chico

      Quién no ha sido vagabundo. Un abrazo!



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