Por siglos, el camino yacía en las tinieblas,
las arenas del reloj inmóviles, como guardianes del tiempo.
Hasta que un día, un sonudo emergió de la arena,
guiándonos hacia un paisaje desconocido.
Allí, vimos la noche y el día entrelazados,
como amantes que se buscaban en la penumbra.
Ya no necesitábamos encondernos en las sombras de los árboles,
pues demostramos nuestro amor al sol y a la noche.
En ese nuevo horizonte, las estrellas susurraban secretos,
y la luna, celosa, nos observa desde su trono plateado.
Caminamos juntos, sin miedos ni dudas,
dejando atrás las sombras de un pasado olvidado.
Nuestros pasos resonaban en la tierra fértil,
donde flores de esperanza brotaban a nuestro paso.
El viento, cómplice de nuestro amor,
acariciaba nuestras almas con su suave murmullo.
Y así, en ese rincón del universo,
donde el tiempo y el espacio se fundían,
nuestros corazones encontraron su hogar,
en un amor eterno, más allá de las tinieblas.
- Autor: Pluma Inspirada (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de agosto de 2024 a las 16:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Vogelfrei, Lualpri, alicia perez hernandez, La Bruja Irreverente, EmilianoDR, Tommy Duque, Antonio BALGAL✈, CARLOS ARMIJO R...✒️, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios4
Poeta, con ese color de letra no se alcanza a leer. saludos
Y así, en ese rincón del universo,
donde el tiempo y el espacio se fundían,
nuestros corazones encontraron su hogar,
en un amor eterno, más allá de las tinieblas.“”Hermoso final de tu poema Te Mereces Lee un placer leerte. Un saludo con cariño.
Soñar, SOÑAR, Soñar, tienes ALMA soñadora... lo dicen tus magnificas letras... te envio un Genial!! para ti.
revisa la tercera línea primera estrofa...😎
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