Bajo puntas de cristales que caen desde el techo,
me preparo para lo que viene y me muevo a hurtadillas
esquivo las piedras y miro sobre el muro una imagen bizarra.
La he buscado entre tales sombras
no reconozco nada más que un velo
¿Es esa la belleza detrás de la revelación?
Mientras me sumerjo en lo más profundo de la mazmorra,
trato de encontrar la respuesta al enigma
la solución definitiva a la incógnita, el diamante escondido en su interior
y no encuentro otra cosa que una serpiente mordiéndose la cola.
Todo a mi alrededor comienza a moverse sin sentido
vaivén de historias, devenir, zigzagueo
perdida la gramática, perdida la palabra
la discordia toma lo suyo y se convierte en rectora
titiritera del tiempo, condensa intensidades de espacio
y quizás la caverna sea solo un reflejo de su furia
y la infausta búsqueda solo una digresión del tiempo.
Si continúo en la profundidades, sería fatal retroceder
no hay equivalencia en la contradicción
a medida que avanzo, la paradoja crece y se alimenta
su resolución trasciende el cuerpo y se vuelve etérea
y todo lo que asoma por fuera son imágenes chamuscadas
visiones ilegibles y endebles,
¿Se puede seguir avanzando, allí donde ya no queda nada?
Y creo que ya no siento a mis ojos, las imágenes se han contraído
y la caída de la penumbra en el fondo de la caverna
deja al desnudo una corriente que mana poderosa
La corriente que no tiene nombre, que podría arrastrarnos para siempre.
Aquella corriente negativa, no conduce a ninguna parte
no puede superar el vacío de las páginas en blanco
sin antes empaparlas de puro flujo, demasías e incoherencias
no hay espacio que logre superar la contradicción vital
y la corriente mana intempestiva, pujante
un golpe de frío me trae de vuelta
y regreso al misterio del principio, brillante en su incertidumbre.
La luz del alba se cuela en los intersticios
resplandece y ciega mi capacidad de lenguaje
las palabras zozobran, secas en su redundancia
busco ganar algo de coraje, soltando mi lengua, abriendo el corazón sangrante
mas no hallo el piso para sostenerme ni la muralla para proferir las imprecaciones.
¿Qué es aquello que todavía no deja revelarse?
¿Qué es aquello que todavía permanece oculto y se resiste al iniciado?
Una voluntad ciega, un azar unilateral me impele a la introspección
el ojo vuelve a abrirse y ahora me interroga
en pixeles fragmentados se deja ver la sombra definida
la burla de una realidad descarnada hecha fábula, hecha leyenda
¿Verdadera o falsa? No importa, se cava en la palabra como se excava en la sombra
arqueología esotérica, pervertido deseo milenario, farsa evolutiva
Fracciones enteras de la misma indefinida mitología,
salta la duda, y tu rostro vuelve, invicto, a la memoria,
Revelación de revelaciones
carne doliente de una vida fugitiva
espejo del error y la vergüenza.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2024 a las 01:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais
Comentarios1
hola compatriota...
Tienes una poesía difícil de digerir (mentalmente hablando se supone), pero tenías que hacerla más difícil con ese endiablado formato...???
Hola estimado. Es verdad, cambié el formato para hacerlo más ameno, el que publiqué estaba desconfigurado. Gracias por la indicación. Y sí, mi poesía es difícil digerir. Se trata de un desafío en las imágenes poéticas. Saludos cordiales.
ahora si...jejejeje
gracias por el cambio...😄
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