En la calma de la pantalla encendida,
la noche se tiñe de luces azules,
palabras fluyen, deshechas en píxeles,
en una red que nunca duerme.
El corazón late en la nube,
sueños guardados en servidores,
pero el alma se diluye,
en este mar sin orillas,
donde el silencio grita en binario,
y el amor se cifra en algoritmos.
Los dedos hablan sin voz,
tocando teclas como piel ausente,
mientras el silencio se expande,
una pausa eterna entre mensajes.
Buscamos conexión en la niebla,
esperando que el otro conteste, pero en la quietud de la madrugada,
descubrimos el último secreto:
Detrás de las pantallas,
en la profundidad de los ceros y unos,
somos todos solo reflejos, y en la luz de la mañana, desaparecemos.
Miradas que no encuentran ojos,
abrazos que son solo datos,
en la soledad de lo conectado,
nos perdemos en silencios digitales.
- Autor: Jessaim Malave (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2024 a las 12:47
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Rafael Perez Ortola, Scarlett-Oru, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Certera perspicacia de estos silencios digitales. También en estos ámbitos, los silencios son elocuentes.
Saludos cordiales.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.