ET IN ARCADIA EGO
Con la oscuridad de la tarde,
llega a mi mente la luz de tu semblante,
aquel que luces brillante, como el sol, por sus rayos, dorado;
acompañado de un sonrisa hermosa y despampanante.
Luces elegantes, apreciada por mi ojos,
que te vislumbran como un diamante,
por cada floral que transito, una flor para ti recojo,
puesto como son abundates, así es mi amor por ti... exuberante.
Apenas le harán falta a las abejas,
pues la reina ni se enterará, como si tú, sí te darás cuenta
que tú siendo mi Reina, tus besos me saben a Miel, frescos como la Menta,
y que con tu presencia, dejas mi corazón atrapado entre rejas.
Cabalgando así, en las alas de viento,
con la sola caricia de tus manos,
que me ciñen a tu cintura,
rodeando tu perfecta y divina figura.
Creando llamaradas con las miradas,
maremotos con los besos,
terremotos en cada abrazo,
todo vuelta a la calma cuando despiertas entre mis brazos.
- Autor: Pluma de Fuego ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2024 a las 15:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Pluma de Fuego, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, José López Moreno., Pilar Luna
Comentarios1
Encontrar la calma en el abrazo de la mujer amada.
Me ha gustado mucho.
Saludos.
Buenas tardes Emiliano, gracias. Un cordial saludo.
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