El sueño ha sido un desierto
y mientras cruzó el Egipto
la arena fue lo que un día
su boca en el amor hizo.
Hizo sol de fantasía
luna de conchas y viento
con perlas de poesía.
Su cuerpo destello lento
de la más blanca hendidura
y de un delicado pliego
rocé viva su figura
y la rosa se fue abriendo
demostrando su hermosura
la sensualidad de adentro
conociendo la textura
del paraíso en su cuerpo
de insondable dulzura
cayó su esencia en mi pecho.
Con temeraria disputa
fui el intrépido viajero
que conoció su cintura
y volado sobre el cielo
soy el ave que bifurca
las alas en un gran vuelo
que se enciende y luego triunfa.
Aquella noche allí estaba
brisa delgada del río
alondra maravillosa
de su aliento yo respiro
entre las notas del alba
las estrellas son destinos
y la pasión nos provoca
un pacto bendecido.
Donde los sueños remotos
ya sean sutiles gotas
que embriaguen con su rocío;
donde mi corazón ame
con sus besos atrevidos
y provocando una serie
inefable de gemidos
con el sabor de la noche
que se impregna en su pistilo
descubriendo en sus caderas
la gloria con el alivio.
Fuego que danza en mis labios
con el rayo de la almohada
allí duermen sus cabellos
esperando a la alborada
en su desnudez tardía
donde la guardo en las brasas
las cenizas suyas y mías.
- Autor: David Pech (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2024 a las 00:02
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
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