Novela Corta: La Última Gota
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
Comenzada: 25 - 28 de agosto de 2024…
Publicada: 28 de agosto de 2024…
Terminada: 28 de agosto de 2024…
Editada: 28 de agosto de 2024…
Mi #28 de novelas cortas en el año 2024…
Mi #183 de novelas cortas hasta el año 2024…
7006 Palabras 10 Páginas
~ * ~Sinopsis:
~ * ~La última gota de la cantimplora para Peter fue cuando no halló otro oasis en el desierto Los Drintitos cuando ocurre lo peor y se pierde entre las dunas del desierto…
Sucesos:
- Peter logra escapar de la prisión cuando lo acusan injustamente y lo aprisionan siendo inocente…
- Peter logra llegar al único oasis del desierto Los Drintitos y se abastece de agua mineral…
- Peter se adentra en el desierto Los Drintitos sin saber el camino sólo persiguiendo al sol…
- Peter sabe una cosa y es que del desierto Los Drintitos no saldrá jamás…
- Peter toma de su cantimplora agua y habla del agua, ¿qué es y qué quiere en su vida?…
- Peter va en busca de una salida y se adentra más en el desierto Los Drintitos, o sea, que da vueltas al desierto Los Drintitos…
- Peter no se rinde ante el rico desierto Los Drintitos que es tan inmenso como un mar…
- Peter no se salva aún de las dunas del desierto Los Drintitos cuando el levante las atrae a él…
- Peter se pierde entre las dunas más inmensas del desierto Los Drintitos…
- Peter y la última gota de su cantimplora implora por su vida, pero, Peter muere de sed en el desierto Los Drintitos…
Peter, hombre de cabellos de color negro y ojos de color negro y de piel curtida por el sol. Peter va de rumbo hacia el mismo intransigente instante cuando ocurre un altercado entre dos mercenarios en la calle Paz y esquina Alma. Peter corre a ser como el dolor de cabeza de su madre. Cuando Peter cosecha toda una vida en buen ánimo, en buen sentido y por el buen camino hasta que ocurre una camorra sin ser ideal entre dos mercenarios en la calle Paz y esquina Alma dejando herida a la vida. Uno de los dos mercenarios muere en el altercado frío y deja la daga ensangrentada en el suelo y Peter por ayudar en la escena mortal entre dos mercenarios toma la daga entre sus manos y cae preso inocentemente. Peter corre con el empeño en ser libre como la misma libertad cuando en el albergue frío del corazón él, la vida y el destino y su propio corazón saben que es inocente. Las autoridades apresan a Peter y buscan en la evidencia fría de la daga las huellas y notan que tiene las huellas de Peter. A Peter lo enjuician, lo encarcelan, y lo aprisionan en la prisión, pero, no sin antes pelear por su libertad y corre por escapar lejos de allí y Peter se adentra hacia el desierto Los Drintitos. La vida de Peter corre por escapar de las garras de la prisión y llega con camello al desierto Los Drintitos y logra escapar solapando sus pensamientos, sus ideales, la pureza de libertad y en salvaguardar a su propia vida de las garras de una prisión. La vida comienza a diferir entre el alma y la vida en el corazón de Peter si prosigue camino hacia el desierto o se entrega a las autoridades, pero, él decide proseguir su camino. Peter va de camino a inmiscuirse dentro del desierto Los Drintitos para poder escapar y para siempre. La vida inocente de Peter se aferra a aquel momento cuando los mercenarios se enfrascan en una pelea a contienda fría dejando mortal la vida, la herida, una daga y una sangre derramada cuando uno de los mercenarios muere en el acto. La vida para Peter se aterra por sentir que su vida corre peligro cuando se adentra en el desierto Los Drintitos para poder tener su propia libertad. La verdad es que Peter teme por su vida y por su seguridad cuando se aterra y se aferra al frío desconcierto en creer que su mundo es como la alborada o como el desierto frío que corre ser como la fría verdad y correr por el desierto hasta obtener su propia libertad. La libertad para Peter es como volar el alma y en pleno vuelo sentir el aire, el viento rozar tus alas y saber que perteneces al cielo. La magia trascendental es como la fuerza en crear la libertad a fuerza y a espada sucumbiendo en un trance tan real como la impoluta verdad. Peter siente defender a su libertad a espada contra pared cuando se adentra hacia el desierto Los Drintitos esperando, escapando y volando hacia la única libertad que es su propio corazón libre. La libertad para Peter es tener alas y volar, aunque, tus alas quiebren volver a volar hasta alcanzar el cielo. La inocencia para Peter es como ser virgen ante el altar esperando a su novio para casarse. La inocencia para Peter es como tener un mar bravío y sosegar a sus aguas templadas calmando la tempestad que embarga, a veces, la vida. La inocencia para Peter comienza a saber y a conocer que aquella daga no le pertenece cuando fue culpable ante un jurado y fue a parar a la prisión, pero, su astucia, su locura por la libertad y que su inocencia sea proclamada ante todos, pero, Peter arranca en camello y se adentra al desierto Los Drintitos. Peter demuestra su capacidad, su intelecto y su inocencia maltrecha por el dolor de haber sido juzgado por un jurado y haber sido culpable en el acto. Peter corre ser como el fuego devorador o como la lluvia que barre todo dolor en el suelo cuando ocurre la tempestad fría en el tiempo. El desierto Los Drintitos posee unas dunas fuertemente adheridas al levante cuando socava muy dentro del desierto por huir y escapar de su propia libertad buscando a su inocencia como punto de partida porque Peter no quedaría encarcelado y aprisionado en la prisión.
Peter llega hasta un oasis en el desierto Los Drintitos para abastecer su cantimplora de agua mineral y proseguir en el desierto, pero, en el alma, sólo, lleva deseos de libertad, inocencia maltrecha y desolación inocua. La vida para Peter es obtener su inocencia como su propia libertad cuando desea converger y convidar, una vez, con el alma en silencio y el corazón con un sólo latido. La vida de Peter se aferra al frío desconcierto de solventar su propia libertad como su propia inocencia y la debía de valer entre todos. Peter se abastece de agua mineral en el oasis en el desierto Los Drintitos cuando queda varado en ese oasis por una noche, pero, sin esperar al amanecer Peter llenó su cantimplora de agua y se marcha rumbo a una incierta dirección cuando presiente que la autoridad lo busca. Peter se marcha velozmente y en raudo camino petrificando la espera por llegar a camino seguro, pero, no sabe la certeza del desierto Los Drintitos. En el desierto Los Drintitos solamente existía un oasis y ese era el que más le convenía a Peter en abastecer a su cantimplora de agua. La vida le implora sed y por eso, Peter se detiene en el oasis en el desierto Los Drintitos por constatar que su sed lo ahoga sin agua que tomar. La vida para Peter queda sintiendo el deseo en sublevar y enaltecer su inocencia y queriendo obtener su libertad. La verdad es que a Peter la libertad y la inocencia van de la mano porque traspasan en abstracto como el viento roza a la piel. El viento queda en dolores venideros como irrumpir el deseo de atreverse a desafiar la vida. El viento en levante quedó maltrecho, desolado y muy adolorido cuando bate en la piel un deseo y es tener la libertad como el viento vuela por los aires en plena libertad. La vida para Peter comienza en ese oasis cuando se abastece de agua mineral y se echa al desierto puro, sí, al desierto Los Drintitos. La vida comenzó de cero cuando converge una sola acción de creer, Peter, que en el desierto Los Drintitos se halla la buena suerte de su propia libertad. La vida para Peter comenzó en creer que la vida es agua, que agua es vida y así es, pero, recuerda que todo un desierto fue mar y que si se excava el desierto encontrará y hallará agua. La vida para Peter comienza en el oasis cuando se detiene abastecer su cantimplora de agua mineral, pero, solapa en sus pensamientos un sólo dolor del que jamás podrá librarse. La vida para Peter se enfrasca de tal manera que la libertad vuela libre como el viento y que conlleva una terrible tempestad cuando en el levante se aferra al deseo ambigüo de quedar sin libertad y sin inocencia. Peter se abastece en el oasis con su cantimplora siempre en mano penetrando siempre hacia la única dirección en el desierto Los Drintitos. La vida para Peter comienza a diferir por dilucidar una dirección o un rumbo a seguir para poder salir airoso con su libertad en mano y su inocencia en mente. La vida para Peter comienza a interpelar una conmísera vida cuando no se atemoriza ni se espanta por adentrarse en el desierto Los Drintitos. El desierto como se sabe fue un mar abierto que secó, se convirtió en desierto y las dunas no favorecen el camino hacia el buen destino en cruzar el desierto. La vida para Peter difiere de un sentido estupefacto cuando él, sólo, desea la libertad y la inocencia maltrecha de un acometido en un acto indecoroso como lo fue la daga ensangrentada por dos mercenarios que pelearon la contienda y uno hirió al otro. Peter quedó con la daga en mano y culpable de todo lo sucedido. La vida de Peter se aferra al frío desconcierto en cruzar un desierto llamado Los Drintitos para poder huir y escapar de la prisión quedando sin inocencia ni libertad. La vida para Peter comenzó en el oasis cuando se abastece de agua y camina en dirección hacia lo más adentro del desierto quedando varado en el mismo desierto.
Peter queda varado en el desierto Los Drintitos cuando camina a camello en desierto abajo y sabe una cosa que perseguir al sol puede hallar la salida. La vida para Peter se socava dentro de ese cruel y terrible desierto cuando, sólo, mira y observa al sol como brújula. Peter cree que el problema en caminar en el desierto es tan frío como el gélido viento o levante y obtener en el desierto el solo hecho de poder creer que está en el desierto Los Drintitos. Peter, sólo, desea proseguir su rumbo y su camino en son de paz, pero, la paz se torna insegura cuando, sólo, logra perseguir un camino frío como el deseo de buscar la salida en ese desierto Los Drintitos. Peter en el afán de proseguir un rumbo sólo al sol persigue como el camino a seguir una senda insensata como en el afán de creer en el alma una sola luz. Peter en el juego del alma y de un tiempo que en el desastre puede creer que el venidero instante en el momento se entristece de un camino letal como lo fue un camino en el desierto con dunas desérticas. Y, el sol en el cielo y más en el camino lleno de un sólo desierto frío, Peter quedó como el mismo tormento o como en la alborada un sólo mal tiempo. Peter, en el tiempo y más en el juego del alma por el camino del desierto Los Drintitos, cree que la fuerza está en el alma llena de luz como la del sol, pero, en el sólo desastre de envenenar el alma fría como las dunas desérticas que le esperan a Peter. Peter, en el alma y más en el desastre de convenir en un frío de un sólo desierto frío, convierte todo en un sólo sol. Peter quedó como el único sol en el calor de ese sol entre dunas desérticas cuando logró enredar a su piel son el sol y con el tiempo caminar en el desierto Los Drintitos. Peter quedó como el mismo sol que destruyó el convite de transeúntes pernoctando por el desierto frío en el desierto Los Drintitos. Peter es como el sol o como el desierto frío en entrever la razón en una sola tortura o tormenta álgida en, sólo, querer seguir al sol como brújula en mano. Si Peter quedó como el sólo deseo de ver al cielo como todo el sol en el desierto Los Drintitos si es como una sola fría verdad en que el cielo oscurece de un ocaso muerto en poder vivir con incierto porvenir, caminar con dunas y viento álgido bajo luz de luna. El camello camina con Peter y es en un frío desierto lo que encrudece de tiempo y de un sólo sol que comienza en el cielo con el crepúsculo. Peter quedó como un recelo en vivir sintiendo el alma sin la luz que emana en el cielo buscando la salida en el desierto Los Drintitos y sin más ni más quedó como el alma desierta de un ambigüo proceder en el alma desierta en querer amar en el desierto al sólo sol en el alma. Y, Peter sigue y prosigue a un sólo sol que dentro de su alma lo va llevando hacia la magia trascendental de todo un desierto en el desierto Los Drintitos. Si en el afán de creer en el alma, Peter sin conocer el desierto ni al sol que lo lleva por la salida del desierto, sólo mira y observa al sol como siendo una sola brújula en el cielo. Si Peter se aferra a la sola idea de ir como brújula en el cielo persiguiendo al sol, sólo, busca la salida en el desierto Los Drintitos. Peter persigue al sol, como brújula quiere y desea la salida en el desierto Los Drintitos y percibe que las dunas en el levante le hace la vida corre peligro al igual que su propia seguridad. Peter no desea morir en ese desierto cuando transcurre el tiempo sosegado, templado y en soledad camina el desierto con dunas desérticas con el sol a cuestas y la piel curtida por el sol, sólo, desea ver y observar y llegar a la salida. Peter sabe una cosa y es que en el desierto quizás no pueda hallar salida como lo fue convencer que la vida converge como lo es caminar y caminar, andar y andar, seguir y seguir solamente al sol para poder salir airoso con su inocente libertad entre manos hacia otro destino.
Peter comienza travesía abajo en el desierto Los Drintitos cuando ocurre y transcurre lo que encierra un ademán frío en creer que el tiempo se abastece de un rico frío, sólo, en la piel, en el camino como dejar ver y observar al camino frío como una sola mala insistencia de creer que la vida comienza a derruir. Peter en el desierto frío, sólo, sabe una cosa y es que del desierto Los Drintitos no saldrá jamás. Peter cree que en el desierto Los Drintitos no se aferra cuando sabe ya que no saldrá del desierto porque, sólo, da vueltas entre las mismas dunas sin seguir ya al sol, no hay huellas de camellos, de gente ni de comitiva que cruzan el desierto Los Drintitos para poder llegar a lugar seguro y a otro destino después de cruzar el desierto. Peter se aferra a un frío desconcertado por borrar de su alma y de su corazón a aquel suceso, por el cual, huye en demasiada vil irremediable por el desierto Los Drintitos cuando, sólo, da vueltas en el frío desierto y con el calor a cuestas estruja su cara con la bufanda para tapar el viento que sopla del levante hacia su cara. La vida de Peter en el desierto entristece de un tiempo cuando transcurre el deseo o el tiempo en saber que el cielo o el sol lo lleva por el camino o sendero, por el cual, oscurece el día en el desierto para llegar la noche fría a descender sobre el desierto con la luz de nácar sobre el mismo cielo que transcurre en la noche de luna. Y, Peter cruza a el desierto con la mala suerte cuando corre como el sol gira alrededor de la Tierra, pero, Peter, sólo, se deja llevar por la luz del sol a recorrer el bendito desierto cuando en el alma y en el corazón con un sólo latido recorre a todo el desierto Los Drintitos. Peter se aferra al desierto con calor en piel y frío en las manos por cruzar el desierto y dar vueltas como el sol, pero, sólo, transige el alma cuando la luz está en los ojos y no en el sol. Peter se aterra en que nunca ni jamás saldrá del desierto Los Drintitos cuando se adentró fríamente al desierto congelando al tiempo de frío proseguir. Peter se aferra al frío, abatido y adolorido queriendo cruzar y deseando llegar al final del camino en el desierto Los Drintitos. La vida se atemoriza de un espanto tan intransigente como poder ser tan irreal como el desierto que cruza realmente, pero, la vida le enseña a Peter que huir y escapar no fue lo mejor cuando la inocencia y la libertad se tiene en el corazón. La vida para Peter se aferra al álgido viento que cruza desde que la vida comienza al desafío frío en converger lo que el tiempo transmite, transmuta y transfiere como un trasfondo irreal, pero, verdadero de un desierto, sí, del desierto Los Drintitos. La vida de Peter comienza a despilfarrar el tiempo, la vida corre como las horas muertas en un reloj de arena y el corazón muere en el acto por temor a proseguir y sin poder llegar al final del camino. Peter se aferra al frío en querer que el desierto tenga una salida, pero, él yá sabe que nunca ni jamás saldrá de ese desierto llamado Los Drintitos. Peter, aunque, desea salir de ese desierto, sólo, el desierto lo lleva a más dunas desérticas, por las cuales, da la vuelta como el sol sin poder llegar al final de un camino. La vida de Peter se aferra al desafío frío e inconsciente cuando acechan las dunas para hacer lo que nunca: dejar a Peter llegar a su destino. El joven desea su inocencia y su libertad, pero, él no sabe que, sólo, la inocencia y la libertad se hallan en el corazón. La vida de Peter comienza un frío camino cuando se aterra en proseguir un destino y ese destino era su inocencia y su libertad en ese desierto hasta poder llegar a la salida, pero, Peter sabe una cosa que nunca saldrá del desierto si en el alma y el corazón no llevan la libertad necesaria en querer ser libre en verdad y se aferra a buscar la salida con o sin sol, con o sin luna, sólo, mirando al cielo como brújula que lo lleva hacia la única salida. Peter se aferra al frío y al álgido viento estrujando su cara con la bufanda que lleva puesta.
Peter cansado de vagar por el desierto Los Drintitos cuando, ocurre algo trascendental y, queda varado en una duna desértica y detiene su andar para poder tomar un poco de agua mineral de su cantimplora. La vida de Peter comienza a enfrascar una osadía y es por hablar del agua que le queda en su cantimplora. Peter le da a tomar agua a su camello que moría de sed en el desierto frío y tan cálido como el sol. Peter habla del agua y lo que significa el agua para él en un frío intransigente que le lleva hasta el alma en un destino tan gélido como quedar varado en el mismo medio del desierto. Peter comienza a hablar del agua y dar el verdadero significado de lo que significa el agua para él y comienza su mente a divagar con el significado. El alma de Peter comienza a expresarse sobre el agua y Peter dice que… -¨antes el agua no significaba nada, pues tenía a tutiplén y hasta la botaba, la deseché y no la quería, ahora que la necesito no tengo agua, no existe un oasis del que pueda abastecer mi cantimplora e implorando por agua estoy, está mi alma y mi corazón muerto de sed. La vida para mí es tan desierta como éste mismo desierto que tengo de frente, la vida me ha dado duro, me ha enseñado mucho y quedo a la deriva como un transeúnte pernoctando al vacío de un desierto, el cual, no tengo salida. El agua para mí lo es todo, ahora cuando, no tengo ni una gota, el agua para mí es la vida porque la vida es agua y sin agua no se puede vivir, ¿cómo es posible que se pueda vivir, así?, cuando la vida pertenece al agua y el agua a la vida y sino hay vida no podré continuar y sin agua en la cantimplora la que implora vida me quedaré muerto con arena en el rostro y mi camello muerto igual que yo. La vida para mí fue buena hasta que irrumpió en una camorra entre dos mercenarios y encarcelaron mi alma, mi corazón, pero, mis pasos, jamás, cuando corro por el desierto frío e intransigente a pernoctar para obtener mi libertad y mi inocencia en un desierto llamado Los Drintitos cuando se logra derribar la vida y mi corazón en un altercado entre la razón y la tortura en un desafío casi inerte e inmóvil, si el agua me da vida y, sólo, me queda la última gota en una cantimplora cuando no existe ningún oasis…¨-. Peter acecha con devorar a la vida, al desierto y a su propio corazón, pero, no cree que su cantimplora le pueda abastecer en el camino con agua siendo la última gota que le queda. La vida para Peter se aterra en enfrascar la idea que a la cantimplora le queda la última gota de agua. La última gota de agua en la cantimplora le otorga a Peter la vida. Peter se levanta de la duna con un levante fresco, inconsciente y muy saludable cuando acecha a la vida en un fin común cuando toma agua y sigue travesía rumbo abajo de todo un desierto tan cálido y tan frío como el frígido sol. La vida de Peter se aterra en saber discernir que de frente a ese desierto, por el cual, no halla salida alguna y lo que desea es salir lo más pronto posible. La vida de Peter y la última gota en la cantimplora que implora la vida, la esencia y la presencia autónoma por dar una sola solución al dilema y al problema de quedar varado en el desierto Los Drintitos dando vueltas al sol. Peter queda con la interrogante de creer que si fue bueno salir del pueblo y adentrarse al desierto Los Drintitos por huir o escapar de la autoridad y prisión y huir lejos de allí para obtener su inocencia y su libertad. Peter quedó varado allí mismo en el medio del desierto Los Drintitos buscando y penetrando hacia el desierto para hallar que su inocencia lo vale todo y que su libertad era como su esencia y virtud. Peter se inmiscuye más y más hacia el desierto friolero para poder emprender una aventura en el desierto Los Drintitos si se aferra en el alma y en su propio coraje en el sólo corazón que debe de ir en busca de su inocencia y de su propia libertad.
Peter como náufrago perdido en el medio de la mar quedó varado allí mismo en el desierto Los Drintitos. Peter en el afán de hallar y convidar la fuerza en voluntad se ve tentado a la frialdad de un infortunio frío cuando se enreda hacia lo más profundo del desierto Los Drintitos. Peter se aferra hacia lo más pernicioso de todo sin suspicacias ni en el dolor de aferrarse al desierto Los Drintitos. Peter se ve entre el alma, el corazón y la fuerza en la fría voluntad en querer hallar la salida en ese desierto donde antes fue todo un mar. La vida de Peter en ese desierto se ve relajada, pero, con un temor incierto sin poder hallar un oasis para abastecer de agua mineral a su cantimplora y a su camello que muere de sed. La vida de Peter se aterra en saber que el destino y el camino se sienten como un sólo desafío y tan frío como inerte es la vida. La esencia de Peter se ve y se siente como una fuerza en el corazón desatando la furia y la euforia de una aventura inerte y eficaz en querer ofrecer la vida y más que eso en el desierto Los Drintitos una fuerza en amar su inocencia y su libertad. Y Peter sin salvar la vida, su inocencia y a su libertad se siente como el deseo inocuo, transparente y muy vivaz en tentar la fuerza y el alma abastecer de luz como la luz de sol y la vida es agua y el agua es vida. La fuerza de Peter se aferró al silencio, al desafío y tan frío como la era de una época en el desierto frío y es la tortura más escalofriante que pueda tener un hombre como Peter cruzando un desierto. Peter se ve forzado a una era intrascendente como lo es mirar con sus propios ojos la luz de sol dentro y perdido en el desierto Los Drintitos. Si Peter se adentra al desierto en busca de la salida y regresa, otra vez, por el mismo camino y piensa si se hallará prisionero con la autoridad. Peter, sólo, piensa y analiza la certeza de vengar su nombre, su inocencia y su libertad, cuando en el alma y en el corazón de Peter se aterra en sentir que no hallará jamás la salida en ese desierto Los Drintitos. Peter, en el alma, se aterra a sentir la fuerza por recorrer y cruzar el desierto para saber si, aún, puede salvar a su inocencia y su libertad tan fría de un todo. Cuando, arde el alma de Peter en un alma fría como el desastre por poder convencer el alma de ver al cielo y al sol como la luz más poderosa. Y, Peter desatando la fuerza y la voluntad en creer que su voluntad se aferra al deseo en convidar un tormento o una fría tempestad cuando, Peter desea cruzar al desierto frío para hallar la salida para obtener su inocencia y su libertad. Si Peter se aferró dentro del alma con poder y más con voluntad de sentir la fuerza la que lanza una esperanza para Peter en querer cruzar al desierto Los Drintitos. En Los Drintitos, Peter pierde el alma, hasta el corazón, sediento de sed y hambre, solo Peter, cree que cuando en el corazón y sin razón alguna se atreve a sentir la fuerza en el alma es cuando más desea hallar la salida en el desierto Los Drintitos. Si Peter se aterra como se aferra con la idea en fugar su vida, su alma y su corazón por el desierto Los Drintitos para salvar a su inocencia y más a su libertad. Peter se aferra al frío del levante y tan desconcertado se halla en el desierto Los Drintitos, que, sólo, salva una conmísera mala atracción en converger y dar la fuerza para seguir rumbo abajo con o sin camello hacia su propio destino. Cuando, Peter se aferra al frío, al deseo de entregar la misma pureza, la misma riqueza de andar y caminar sobre las dunas desérticas. Y, Peter entrega la vida conmísera y de una sola eternidad cuando muere de sed y hambre. Peter se aterra de morir en frente de ese desierto frío y tan cálido como el mismo tormento o como el mismo instante en que se cuece de fríos y de tormenta álgida cuando el levante y el viento le sopla el rostro y Peter con bufanda estruja su rostro para poder ver al desierto Los Drintitos.
Peter en Los Drintitos se aferra al frío y al calor del desierto llevando consigo un camello, una cantimplora, a su alma y corazón como a su inocencia y a su libertad, que para él lo era todo cuando escapa y huye lejos en el desierto Los Drintitos. Peter en el afán en querer salir airoso del desierto queda varado dando vueltas entre las dunas desérticas y, sin más ni más, queda adherido a la arena como si fuera un grano de arena. La vida de Peter comienza a desfallecer y a calmar en redención todo su cometido en caer sobre la arena todo sudado y la arena adherida a su rostro y a su piel cruzando el desierto Los Drintitos. La vida para Peter comienza a morir de sed y de hambre soslayando siempre en la penumbra, en el sol cálido y con la piel curtida con el sol va en busca de una salida petrificante cuando no halla a nadie en el desierto. La vida de Peter comienza a decaer, pero, él no se rinde, aún. Peter con sudor en la piel, en el rostro y entre las venas un sol embriagante en querer solventar una caricia como ese sol a cuestas de la pura verdad que se halla en el medio del desierto y que no puede dejar de pensar en hallar una salida para obtener su inocencia y más su libertad. Peter en el momento de creer que la vida comienza a desfallecer y despilfarrar a la vida cae en un desierto efímero, pero, trascendental como poder ver de lejos una comitiva de gente, sólo, de gente imaginaria en su pensar. La vida de Peter no se rinde, aún, cuando en el embrague de la vida comienza a desfallecer, pero, él dice que no se rinde jamás. Peter y su fuerza de entregar el alma al desierto convierte su corazón en una dureza sin poder calmar hasta que el silencio ocurra y transcurra como el mismo deseo de convertir el alma en la luz del sol. La vida para Peter se aferra y se aterra en saber una cosa que quizás de ese desierto no saldrá jamás. Peter inconscientemente camina dando vueltas sin rumbo incierto por el desierto Los Drintitos. La vida de Peter se aferra y no se rinde, aún, como un transeúnte pernoctando por el desierto frío y cálido de todo un sol en el cielo. La vida para Peter se aterra sin saber discernir ni deliberar con disidencias ni solapando en pensamiento una sola idea en converger su vida, su alma y su corazón sin poder esperar por un tormento en que se siente como desapercibido. La vida comienza en discernir una fuente de calor con la luz del sol forjando un ademán frío, cálido, impetuoso, pero, insípido cuando el desierto solamente escucha un leve silbido de viento o de levante entre las dunas desérticas que comienzan a expresar el silencio en un soplo de viento, pero, Peter no lo escucha, solamente, da vueltas entre las dunas desérticas sin hallar jamás a la salida. Peter, sólo, comienza a mirar el desierto y lo observa con gran desconocimiento, con insípido palpar y con un tiempo sin horas sino con una libertad e inocencia autónoma en creer que el tiempo no caduca ni expira. La vida para Peter comienza a discernir, a debatir, a diluir, a exasperar y a matar la sed y el hambre con la última gota en la cantimplora la que implora lo que explora en el desierto, una sed devastada sin abastecer la necesidad en el alma. La vida de Peter se aferra al frío, al desastre y a la vida irrumpiendo el deseo a morir cuando la sed lo ahoga, lo mata, lo succiona y lo hiere en la propia garganta y sin abastecer de agua está su cuerpo con la última gota de vida que es el agua para Peter. Peter, jamás ni nunca, malgastará o derrochará el agua al botar una gota de agua porque sabe el valor que tiene el agua y que es vida al igual que es un tesoro predilecto. La vida para Peter se enaltece de bondad, de inocencia y de libertad cuando en el alma se aterra a sentir la fuerza y en la mira da una pereza por caer de bruces sobre la arena donde las dunas desérticas comienzan a deslizar la vida por temor o miedo sin cruzar al desierto Los Drintitos.
Peter, en su imaginación alucinante, comienza a intrigar la sospecha insospechada que nunca saldrá del desierto Los Drintitos. Peter se aterra a desafiar la forma y la manera de creer que su mundo queda inmenso a tan pequeña imaginación sin saber que puede lograrlo todo con tan sólo poder imaginar salir de allí. La vida de Peter es tan insípida, inestable, desfavorable que no cae rendido, aún, ante las dunas desérticas de un desierto solamente sobre dunas y un levante inerte, inmóvil y muy ineficaz cuando se atormenta la vida tan mortal como inmortal son los pensamientos solapando en un sólo deseo, es vivir, poder ver y llegar a la salida del desierto Los Drintitos. La vida de Peter se aterra en solventar una conmísera vida sin poder atraer la verdadera salida hacia la vida sin poder morir Peter en el desierto. La vida de Peter quedó como un tiempo sin tiempo, como horas sin horas, como un suburbio dentro del corazón dejando una pobreza intrínseca como seca el alma de una sed mortal entre el desierto y las dunas desérticas donde se desliza el tiempo, el alma, el corazón y la vida de Peter. Peter comienza a decaer, a desfallecer y poco a poco cae de rodillas, otra vez, y sin tentar la vida de Cristo cuando cayó tres veces en la Tierra. La vida de Peter quedó soslayando en el tiempo, entre horas muertas y deseos vivos en dejarse morir por dunas desérticas que le ahogan el alma. La vida de Peter se aferra al frío penetrante del desierto caminando y andando la vida que se va como llegó Peter al desierto Los Drintitos por buscar y hallar a su propia inocencia como a su rica libertad, si se adentró al desierto, pues, el desierto, sólo, lo aprisiona como si hubiera estado en la prisión realmente. Las dunas del desierto encarcelan a Peter como si hubieran sido peor que la prisión. La vida conmueve y convence a Peter que el desierto es la mejor forma de adquirir el desastre más eficaz de un tormento álgido. La vida para Peter se aterra en solventar la idea más eficaz y de un nefasto tiempo que la tormenta no logra desaparecer del cielo cuando en el tiempo no termina, no caduca y no expira. La vida de Peter se aferra y se aterra al frío conveniente de creer que el alma socava muy dentro sin hallar la salida en el desierto Los Drintitos. La vida de Peter queda abatido, adolorido, decaído e insípido cuando su cara al sol queda adherida a la arena con el sudor en su piel. Peter, con bufanda estruja su cara con el sol a cuestas y con la arena adherida a su piel. Peter no se rinde ni converge en una situación indecorosa cuando el tiempo caduca y no expira para Peter cruzar con sus pies hacia la salida de un desierto por donde va pisando, andando y caminando hacia la pura inexistencia de salir airoso con su inocencia y más con su libertad. La vida marca una trascendencia hacia lo inexplicable de un rumbo que Peter cruza los estándares más inciertos cuando ocurre el desastre de un camino sin cogitar. La reflexión queda inmutada, humedecida por una sed con la última gota en la cantimplora de Peter implorando por calmar la sed con agua mineral de aquel oasis cuando abasteció su cantimplora de agua mineral, pero, sólo, le queda la última gota. Peter toma su camello casi moribundo por la sed y sediento por el calor del sol, queda muerto de sed y ya, casi, sin desear caminar. Peter descansa con la última gota en la cantimplora, le da de beber al camello, aunque Peter quede sediento de sed. La última gota en la cantimplora de Peter implora por más y más agua, no halla un oasis dentro del desierto porque siempre da vueltas en el mismo lugar sin hallar la salida en el desierto Los Drintitos. Peter comienza a desfallecer, a morir sediento y moribundo de un recelo de vida cuando el tiempo, la vida no caduca y no expira en un santiamén cuando en el alma se detiene la vida, la sed y el hambre.
Peter por salvar su libertad y su inocencia queda varado en un desierto tan largo como son las horas en el tiempo. La vida de Peter se aferra y se aterra en proseguir el camino, aunque, sin hallar salida se halla Peter. La vida de Peter comienza a despilfarrar vida, amor por su inocencia y respeto a su libertad honrando la palabra libertad como pasaje de vida y como la fuerza en voluntad de un reo aprisionado inocentemente y, así, fue que quiso entregar inocencia y libertad en vez de ser el prisionero inocente en la prisión. Peter se aferra en buscar la salida en el desierto Los Drintitos, pero, está muy adentrado entre las dunas del desierto. Peter se halla desenmascarando al desierto que es como un laberinto desértico y muy intrínseco en poder hallar la salida. La vida comienza a desfallecer, a irrumpir un deseo y a converger una sola salida y es en su propia imaginación, pero, todo falla. La vida converge en un inestable desierto cuando todo falla y falta, aunque, sea la última gota en la cantimplora. Peter fallece ante las dunas, ante su petrificante solidez y su estructura cuando, le ahoga en saber que las dunas lo ahogan en un suburbio de su propio corazón. Peter se aferra y se aterra en saber que no tendrá salida en el desierto Los Drintitos cuando en el afán de creer que su mundo fallece como tormento y tempestad sin poder hallar al sol. Peter y con la cara al sol sabe una cosa y es que ese desierto antes fue todo un mar. Peter excava un hoyo en el desierto donde no hay dunas, donde está el suelo templado y consigue agua, por fin, la última gota en la cantimplora se aterra en sentir que existe más agua. La vida en el desierto es poder sobrevivir si es que algunos tienen la maña de sobrevivir. La vida para Peter comienza a decaer, a desfallecer, a morir bajo el mando de la sed que le atormenta por proseguir rumbo abajo en el desierto Los Drintitos cuando Peter inconscientemente olvida cómo obtener agua en el desierto y la somnolencia no lo ayuda a sobrevivir en el desierto. La vida converge más y más en saber que la vida encierra un temor y es ser perdido en desierto adentro y sin poder hallar la salida se encuentra Peter, el que desea proteger su inocencia como su libertad y que recorre de punta a punta, de esquina a esquina, de duna a duna la vida en el desierto Los Drintitos. Peter comenzó la travesía camino abajo en el desierto por hallar la salida y ocurre que el tiempo ha pasado de un tiempo vivo hacia un tiempo muerto. Peter sabe una cosa y es que nunca saldrá de allí, cuando las dunas lo atrapan, lo rodean y lo acechan con devorar la vida, la sed y el hambre ya, su corazón muerto de cansancio yace moribundo dentro de su propio cuerpo. Peter sabe una cosa y es que la razón se pierde como se obtiene un tormento, un lamento y una fría tempestad en saber que nunca ni jamás saldrá de allí del desierto Los Drintitos. Peter desfallece, mortifica su alma y perpetra en su corazón por morir bajo ese sol candente, cálido y torrencial que curte la piel con ese sol a cuestas del sentido. Peter quiere hallar la salida y piensa que si regresa por el mismo lugar lo aprisionan, lo encarcelan y lo atraparán en la prisión, después de haber huido y escapado hacia el desierto Los Drintitos. Aquéllos dos mercenarios, uno que vive y otro que muere, y el que quedó vivo después de cierto tiempo que Peter huye hacia el desierto habla y dice la verdad que Peter es un hombre inocente cuando tuvo la daga en sus manos y quién mató a su mercenario contrincante y todo se aclaró. Peter continúa huyendo y escapando de la autoridad en aquel desierto Los Drintitos cuando percibe que la vida muere de sed con la última gota en la cantimplora. Peter se enfrasca en un dilema o una solución al problema ya que su vida y su seguridad corren peligro en el desierto Los Drintitos cuando muere de sed por la última gota en la cantimplora.
Peter se aferra y se aterra en morir en el desierto de sed por la última gota en su cantimplora implorando por la vida que el agua es vida y la vida es agua. Peter inconscientemente desea que su cantimplora tenga agua, pero, se le olvida cómo obtener agua en el desierto a través de un hoyo terrenal buscando y hallando agua de vida. El agua es vida y la vida es agua, pero, la última gota en la cantimplora implora lo que explora una sed mortificante, petrificante, insípida e inestable en la garganta y, más, en el cuerpo. Peter siempre quiso saber una cosa, ¿por qué del desierto nunca salió? Peter murió en el acto y deslizó su vida por las dunas desérticas y rodó como un mojigato entre aquella arena que sólo le dio calor, frío y, sin apenas, sospechar que era libre como la libertad e inocente como la inocencia. Peter se llevó dentro de sí la última gota de su cantimplora e implorando por vida y muriendo de sed por falta de una gota de agua pidiendo a la vida e implorando vida, libertad e inocencia. La vida de Peter se petrificó en la espera de una gota de agua en su cantimplora deseando dar la vida por la última gota de agua. La vida de Peter se aterra y se aferra a que la vida de Peter muere entre las dunas desérticas dejando una estela de rastro deslizando su cuerpo por esas dunas en el desierto Los Drintitos. Y, sin más ni más, Peter cae rendido ante un desierto donde la última gota en la cantimplora no implora más vida y en el recelo de la verdad se aferra y se aterra en saber que el destino y el camino se tornó exasperante porque muere sin saber que su libertad y su inocencia quedó honrada. Peter se enfrasca en una pelea a contienda por querer sobrevivir, pero, muere en el acto. La última gota en la cantimplora de Peter fue como deslizar el cuerpo entre dunas desérticas, pero, con el mundo dentro de su alma y con la sed en su garganta abasteciendo de vida por morir en esas dunas desérticas en el desierto Los Drintitos y fue la última gota, vida para Peter.
FIN
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de agosto de 2024 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais
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