Acarició las aguas del mar,
Cuan lejanas se sentían al pasar…
Ambas eran espuma,
Que se brinda…
Nostálgicas por su fragilidad.
En las verdades de su misterio
y su pretérita forma de amar.
La delicadeza de lo etéreo,
Su figura era piel de lluvia;
Que jamás está…
Latió la oleada de ultramar,
Por vientos alisios fuera de toda realidad,
Melancolía que su ausencia perfuma; mi tempestad…
Cuando se entrega y se va,
Arrogante, linda, hermosa, en perfecta vanidad:
La muerte, estatua de mar.
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Autor:
Romina Delucetti (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 29 de agosto de 2024 a las 14:26
- Categoría: Triste
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, labrujairreverente, Pilar Luna, alicia perez hernandez, ElidethAbreu, racsonando
Offline)
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