Después de trueno
y rayos,
después de hacer temblar
la tierra,
llovió.
Mojó todo el suelo,
empapó los techos,
llovió...
y no dejó rastro de sequía,
sino inundaciones
llenas de voces,
con más rayos enfurecidos
y truenos de lamento,
llovió fuerte de madrugada
y no queda más nada
que el alma vacía.
¡Oh!, recipiente aguado
que yace dentro de mi
hoy llueven tus nubes,
hoy llueven tus gotas...
y traen garantía
de que esta vez,
después de la tormenta,
sí se hará
de día.
- Autor: Nico (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de agosto de 2024 a las 02:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Después de la tormenta siempre escampa.
Me ha gustado
Un saludo
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