"Rosas Sangrientas"

"En la noche sin estrellas, una rosa negra brillaba,
espinas punzantes la rodeaban, su alma desgarraba.
Lágrimas de cristal en sus mejillas se quebraban,
hiriendo su corazón, sus sentimientos lastimaban...
 
Tras un umbral viejo y descolorido la encontraba,
su pobre alma ahogada en suspiros, por socorro rogaba.
Miedo y angustia en su mirada se reflejaban,
implorando por un poco de paz, su voz callada.
 
La niña de la sonrisa más linda en el vecindario,
su inocencia reflejada en su mirar, puro y necesario.
Nadie compadecía a esa rosa en soledad y frío,
murmuraban con lástima, pasaban de largo, sin auxilio...
 
Bondad y ternura destellos de una estrella en agonía,
apagándose lentamente, traumas y melancolía.
Un pasado cruel, un tiempo perdido en la penumbra,
la estrella que se desvanece, cenizas en la penumbra...
 
En las noches, miraba al cielo en busca de luz,
tres luceros que nunca vio, sueños que se desvanecen en cruz.
Penas interminables, sueños rotos en la quietud,
esperanzas marchitas, en la oscuridad de su cruz...
 
Bajo la lluvia la vi por última vez, la rosa desangrando,
sus raíces carcomiéndose, en un silencio desgarrador, llorando.
Un susurro de despedida en el viento, secretos susurrando,
la rosa marchita en su triste lamento, en silencio agonizando...
 
En la lluvia se desvanece su presencia, pero en su partida renace la esencia,
una niñez eterna que trasciende la ausencia, en cada pétalo la esperanza se vence.
En cada caída renace la esperanza, en cada pétalo caído renace la vida,
en la rosa marchita, la niña olvidada, renace la luz, renace la salida..."