En sombras densas, donde el río susurra,
Un lamento se alza, profundo y oscuro.
La Llorona vaga, alma en pena y pura,
Buscando a sus hijos, en la noche oscura.
Con velo de niebla y ojos de lucero,
Su rostro es un lienzo de dolor sincero.
Su vestido blanco, manchado de rocío,
Se mece al compás de un triste suspiro.
“¡Ay, mis hijos!”, clama con voz de cristal,
Quebrando el silencio de la noche astral.
Su eco se pierde en la brisa nocturna,
Un gemido agudo, una pena eterna.
Traicionada en el amor, su corazón herido,
La llevó a un acto de locura, olvido.
En las aguas frías, sus hijos encontraron,
Un trágico final, un destino funesto.
Ahora vaga sin tregua, condenada a llorar,
Su alma atormentada, sin lugar a donde ir.
Un frío glacial envuelve a quien la ve,
Un escalofrío que hiela hasta el ser.
En las noches de luna, cuando el viento aúlla,
Su figura se alza, espectral y bella.
La Llorona, leyenda de amor y dolor,
Su llanto resuena por siempre, añorando el calor.
Gonci
- Autor: Gonci (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2024 a las 00:00
- Comentario del autor sobre el poema: Desde México, llega esta Leyenda, de una madre que, por una traición de amor, tiene que pasar la eternidad llorando por sus hijos. Recuerden, solo son leyendas, o fábulas, pero algunas, nos enseñan, solo falta que queramos aprender. Saludos a todos los compañeros de pluma.
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, jvnavarro, María C., Azrail, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
Precioso y me trae los recuerdos de una película de hace más de 50 años que creo que se titulaba así, era de aquellas que se denominaban de miedo con escenas en blanco y negro que todavía recuerdo.
Un saludo
Me gustan todas las leyendas sean o no ciertas, Todas tienen su verdad su historia, su fantasía.
SALUDOS
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