Cuando todo cae, y lo que denotaba solemnidad se revela cual careta ruidosa, profana en su manierismo
Y los gruñidos de los energúmenos se confunden con las palabras inocuas de los biempensantes
Entonces los sueños y los deseos de trasnoche se vuelven una leyenda infame
Una locura material, negación de la negación, mera idolatría de las heridas y fetiche de la angustia.
Lo negro les arrulla el nervio sensible, se dejan encandilar por el demonio de la consciencia
Que les susurra el rumor de la belleza transmutada y disuelta para alimentar la hybris
De unos cuantos idiotas que abrigan la causa de la disolución y sacralizan el nihilismo del paria.
Asaltan las cabezas de las ilustres estatuas para regocijo de su cloaca histórica,
Su pandemonio de rencores, enconos y odiosidades, ante la sombra del teatro del pánico,
Espectáculo esperpéntico, destellante de magia negra, chapoteando en bilis y úlceras
Amor y obra de iluminados, vanguardia travestida, a la usanza del nuevo orden
Espacio indeterminado, abismo sin fondo en el que habitan sin habitar
En el que fluctúan al ritmo de la deconstrucción y de la relatividad del ser
Maniobrada por poderes fácticos y fuerzas convulsas
Ilegibles para su léxico mediocre, en el ocaso de las miradas y las perspectivas.
La real cólera los pillará solapados, cual topos sin madriguera, masticando el polvo
La real cólera los asechará, a medio camino entre ameba y humano
Hará que se odien a sí mismos, en la evaporación completa de su máscara
Odiarán el teatro que han montado, y no pararán de odiar hasta que la cólera sea el absoluto
Y el absoluto los engulla en fauces de constelaciones.
Contarán una a una las palabras afiladas en la batalla de los egos
A cambio de voces falsarias, repetidas en el inconsciente, tendidas cual ropa sucia
Babean en el piso mientras la bruma envuelve su agitación, su pequeñez legendaria
La palabra futuro ahora suena a mitología, la inocencia algo que se paga caro, en cuotas poéticas
Y en labios de poeta indignada, revolcándose en la basura de las omisiones y las decepciones
Constantes proyecciones de su propio ser miserable y carente.
Tras una historia con dolorosa trama, herida supurante, sin clímax
El amargo desencanto alcanza proporciones bíblicas y parte aguas,
Y parte el ascenso, y parte el descenso, porque ya no resta purgatorio
Y el puerto es todo lo que queda, el puerto herido de muerte, saboteado por un cadáver hediondo
Que sobrevuela sus rincones, esquinas e imaginarios, de manera impune
Que despliega a sus emisarios y procura manchar la tiniebla refinada
De sus adoquines, de sus edificios, de sus aceras
Sobre ellas restan los versos y los cantos extintos
Convertidos en sangre contra el pavimento, a merced del golpe
A merced del golpe furioso de la historia, la histeria vuelta creación activa,
Poiesis fatal, oro negro del odio,
versos perros, elegías y rabias.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2024 a las 17:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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