En esta vida amarga, de sombra y desconsuelo,
llegaste, Lucca, amigo, como un rayo de consuelo.
Tu dorado, hermoso y fastidioso pelo, alumbra mi sendero,
y en tus estruendosos ladridos hallo la paz que tanto anhelo.
Eres un regalo del cielo, un ángel disfrazado,
en tu presencia encuentro lo que el mundo me ha negado.
Tu lealtad, tan pura, en este valle de lágrimas,
es el bálsamo tierno que a mis penas se amalgama.
Cuando el peso del mundo me aplasta sin clemencia,
tú, Lucca, con tus saltos, renuevas mi existencia.
Eres faro en la tormenta, calor en el invierno,
un refugio divino en este frío infierno.
Así, en tus pasos firmes, hallo mi salvación,
mi fiel compañero, mi dulce inspiración.
Eres la fuerza oculta que me invita a seguir,
Lucca, regalo del cielo, gracias por existir.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2024 a las 20:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Pilar Luna, Mauro Enrique Lopez Z.
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