Tengo una mujer celosa,
que en su mente ve visiones borrosas,
navega en mares turbios de sospechas,
donde la verdad se disuelve
como arena en las olas.
Sus ojos, espejos empañados,
reflejan fantasmas que no existen,
imaginando sombras en las esquinas,
donde solo hay luz.
y las discusiones por esos espectros,
hacen que ella se extravíe.
Le hablo con la voz ronca como el viento,
pero en su corazón
las dudas laten como un tambor,
como un ritmo que no cesa,
un pulso que no se aquieta.
Le cree a todo mundo, los chismes que piensan.
Ella, que duda con la fuerza
de un huracán contenido,
es prisionera de sus propios miedos,
de esas visiones que, en la bruma,
distorsionan lo que es puro
y lo que es cierto.
- Autor: Terencio Tarazona (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de septiembre de 2024 a las 08:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Elthan, jvnavarro, La raiz que no se seca, Pilar Luna, ElidethAbreu, Llaneza, Antonio Pais
Comentarios2
Celos e inseguridad en la mujer, muchas veces vienen del entorno familiar amigo.
Gracias y saludos.
En tu obra has captado con precisión esa maraña de emociones que acompañan a la desconfianza, una verdadera telaraña de sospechas que atrapa a la mujer celosa ( o cualquier ser humano ) en un ciclo interminable. El verso “ de esas visiones, que en la bruma ” que mencionas logran transmitir esa visión distorsionada, esa realidad fragmentada a ratos inverosímil que se vive en la mente de quien no puede ver la verdad tal como es.
Saludos Romegue.
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