(Modernismo)
Que venga a mí la claridad del día,
y con ella la ofrenda en nueva letra;
bajo amparo al poema, en luz perpetua,
que venga ya, que ansioso está mi enigma.
Que se disuelvan sombras y mi herida,
y también ese grillo que se aferra,
pues en éter onírico la pena
no es sino la pirita que cautiva.
¡Ay, moneda de dos tonalidades!
Sueño y vigilia, más que un espejante,
la misma efigie, una, y nada más.
Venga ya la verdad, entrelazada
con el hilo de araña, a mi mañana...
Venga ya al que se priva de su mal.
- Autor: Sebas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de septiembre de 2024 a las 21:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: La raiz que no se seca, Antonio Pais, CARLOS ARMIJO R...✒️, Mauro Enrique Lopez Z., Gonzalo Márquez Pedregal
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