Grito por mí

Dayanara Mondragon

He visto distintas horas del día caminar sin mí,

he sentido que respiro el veneno

de la ausencia que deja mi lecho, antes de partir;

he sido la causa perdida de mis sueños,

y después de ellos, me permito, no existir.

Porque ha sido mi presencia

la apariencia de la estatua que no puede reír;

todo, en apariencia siempre va bien,

pero no encajo en las pinturas de Rembrandt o Dalí,

no soy parte del arte del que pretendo salir,

para dar cabida a la mujer que se permite vivir.

Y todo es mutismo e indefinido hermetismo

que sobre pasa la sombra, de la que una vez fui;

y hoy, grito por mí,

por salir de las tinieblas y barruntos pensamientos

que, los miedos dejan a la altura de la duda

y a la vista del escrúpulo silencio,

que almacena mis pasiones, y no las deja salir.

¡Grito por mí!

Por ser escuchada, vista y admirada,

sin caer en la malicia de las pasiones insanas,

y revelar la injusticia,

con la que siempre fui señalada.

Grito por ser entendida y protegida,

antes que sigan arrancándome la vida pedazo a pedazo;

grito, porque, aunque me llegan las ganas,

aun me siento perdida.

¡Grito por mí, grito por ti!

Y ¡Grito por las mujeres, que alimentan la tierra

y no pueden hoy, estar aquí!

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.