Me dicen que te has marchado
y no pude despedirme,
ni de ofrecerte algún beso
por los muchos que me diste.
Ha sido un bello verano,
con azules y con grises,
en los cielos de esta tierra
y en sus campos y jardines.
Hemos gozado por ellos
y escuchamos lo que dicen,
estas plantas y estos bosques
con sus voces invisibles.
Ahora me queda el recuerdo
de tu sonrisa y el timbre
de esa voz tan melodiosa
que recitaba sublime.
Sé que tus labios temblaron
y mil cadenas rompiste
para salvar los prejuicios
y las envidias ruines.
Pero tus ojos castaños
yo sé que fueron felices,
como el latido en mi pecho
con ese ensueño de cine.
Y ahora te vas y no vuelves,
quiero que el cielo se anime,
y que recobren las almas
lo que el amor les designe.
Quiero sentirte de veras,
quiero saber que tú existes,
y que te llevo en mi pecho,
aunque mis labios suspiren.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2024 a las 04:48
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Ricky Arbenz, Soponcio, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Francisco Javier G. Aguado 😉, racsonando, EmilianoDR, MISHA lg, Aqua Marina, Sami Sanz
Comentarios3
Lindo pues más me gusta leerte un abrazo poeta
bellisisimas letras poeta
gracis por compartir
Pero tus ojos castaños
yo sé que fueron felices,
como el latido en mi pecho
con ese ensueño de cine.
besos besos
MISHA
lg
Antonio y Misha, gracias por vuestras palabras.
Abrazos.
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