En la sombra escondida, donde nadie la ve,
Habita la garrapata, en su triste fe,
Fea y asquerosa, la gente la desprecia,
Escondida en su miseria, en su eterna necia.
No pidió nacer en su mundo sombrío,
Pero la vida le dio un destino tan frío,
En cuerpos ajenos su sustento hallar,
Condenada a existir, sin poder escapar.
La miran con asco, la juzgan sin más,
Sin saber que su vida es un duro compás,
En su piel diminuta lleva el pesar,
De una existencia sin brillo, difícil de amar.
Ella no eligió su cruel condición,
Pero carga en su ser la dura misión,
De sobrevivir en un mundo hostil,
Mientras la odian sin tregua, sin pausa, sin fin.
Oh, garrapata, tan fácil de odiar,
Pero tu sufrimiento, ¿quién lo va a escuchar?
En la condena de tu existir forzado,
Eres solo un alma, por todos ignorado.
A veces en la vida, somos garrapatas,
Nos arrastramos en sombras, con almas ingratas,
Pero no te rindas en ese amargo papel,
El dolor también pasa, aunque hoy duela en la piel.
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Autor:
El Corbán (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 5 de septiembre de 2024 a las 16:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago AlboHerna, Antonio Pais, Sami Sanz, MonCiel, Mauro Enrique Lopez Z.
Offline)
Comentarios3
a veces me siento una garrapata, otras un perro, aunque juro q no quiero, ser víctima ni amenaza
Mi estimado Santiago, como sabemos, es parte de la vida acopiar experiencias, y a través de las vicisitudes de la vida somos expuestos a entrar en los vaivenes de nuestras emociones, pasajeros y efímeros, pero muchos de ellos significativos.
un abrazo mi amigo.
si si, asi es Dr.
El Corbán poeta es cierto que a veces uno no mira más allá de lo de uno no se me hubiese ocurrido esa garrapata llevara a tan lindo poema un abrazo grande y gracias
Mi estimado Santiago, como sabemos, es parte de la vida acopiar experiencias, y a través de las vicisitudes de la vida somos expuestos a entrar en los vaivenes de nuestras emociones, pasajeros y efímeros, pero muchos de ellos significativos; y la perspectiva es fundamental.
un abrazo mi amigo.
Así es Corbán, muchas veces nos volvemos las garrapatas, en otras somos los perros, sin embargo cabe destacar que en nuestro EGOCENTRISMO nos sentimos tan autosuficiencia y superiores que nos atrevemos a juzgar sin buscar el origen de un porqué.
Gracias por tu hermosa reflexión para que no se nos olvide cuan humanos somos....
Abrazo y bendiciones
Que maravillosa reflexión, gracias por ser tan empática.
un abrazo mi amiga.
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