Descansa el niño
de cara arrebolada
y sus manitas
dibujan telarañas.
Es una escena
sutil y enamorada,
con la ternura
brotando por la estancia.
¡Cuántos recuerdos
se viven y rescatan
desde el desván
oscuro de la infancia.
Pero aquel niño,
hoy hombre en esta estampa,
mira al pasado
y sueña en la distancia.
Recuerda noches
de cantos y de nanas,
en voz querida,
quebrada, que le amaba.
Él se estremece
y siente la llamada,
con la canción
que vuelve de la nada.
Y ante sus ojos
renace la esperanza,
con la sonrisa
paciente y tan amada.
Es de la madre
que vuelve otra mañana
a despertar
al niño con sus canas.
Y en el verano,
paciente que se marcha,
surgen colores
suspiros y nostalgia.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2024 a las 04:43
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Ricky Arbenz, Antonio Pais, Texi, Sami Sanz, MISHA lg, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
Comentarios2
Un hermoso poema con la vista puesta en el pasado y sin olvidarse del presente.
Un saludo amigo
Gracias jvnavarro.
Un saludo.
preciosas sutiles letras poeta
son muy tiernas
gracias por compartir
Él se estremece
y siente la llamada,
con la canción
que vuelve de la nada.
Y ante sus ojos
renace la esperanza,
con la sonrisa
paciente y tan amada.
besos besos
MISHA
lg
Gracias a ti, Misha.
Abrazos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.