EL DON

A mi me riegan los cielos,

y me cultiva un pastor,

y sólo a él yo le obedezco,

pues se llama mi Señor;

no me achico, siempre crezco,

ni me inclino al profesor;

yo soy ave que en los cielos,

se le llama ruiseñor.

De que les sirve la técnica,

si a ellos les falta pasión;

los maestros sólo enseñan,

pero no tienen el don;

mejor vayan calladitos,

a cobrar por su lección,

y no me vengan con gritos,

que yo respiro razón,

digiero las emociones,

y me impulsa el corazón.

Antes que ser un maestro,

prefiero ser un bufón,

el primero emplea reglas,

el segundo creación.

Lucila De Melo(MMGA)

Uruguay