Garras

kariselaitza

Felino mío, ¿por qué me atacas?

Me arrancaste el corazón y me quedé sin calma.

Tu dulce corazón me da caries,

y la calidez de tu pelaje derrite mi alma.

 

Bostezó a tu lado, la calma se convirtió

en los insoportables minutos recostada en mi ser.

Aléjate de mí, me dañas. Fuera de aquí,

pero estoy encerrada en tu misma jaula.

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