La siesta
Mediodía, después del café,
entra en el cuerpo un no sé qué,
quedo un tanto desmadejado
parezco un trapo mojado.
Lo ojos me lagrimean
los labios me babean
empiezo a bostezar
y los brazos a desperezar.
El malestar me preocupa
casi no veo ni con lupa
la respiración va lenta
el sopor ya aumenta.
Buscaré donde yacer
para al cuerpo complacer
culminaré la grata gesta
de disfrutar de la siesta.
Antonio Reina Moreno 21/08/2024
- Autor: Antonio Reina Moreno ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2024 a las 12:10
- Comentario del autor sobre el poema: ¡Un momento irresistible!
- Categoría: Humor
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: Ricky Arbenz, Antonio Pais, Lualpri, jvnavarro, Rafael Perez Ortola, Scarlett-Oru, El Hombre de la Rosa, racsonando, Pilar Luna, Gonzalo Márquez Pedregal, Mauro Enrique Lopez Z., Rafael Merida Cruz-Lascano, Sergio Alejandro Cortéz
Comentarios3
Sonrío; creo que a todos nos pasa.
¡Apapacho!
Saludos
Expresivo poema sobre algo que es muy propio de estas tierras y de aquellas
Un saludo
Saludos
Saludos
Verdadera esencia vital que sobrepasa tratados y furibundias.
Brindo por las buenas siestas.
Saludos cordiales.
Saludos
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