Tierra materna que aroma llora,
en frondosos y sombreados frutales,
suelo arcilloso sin pedregales
de sombras tardías el alma mora.
El mediodía el calor atesora,
rafagas cálidas hogareñas,
entorno de carbones y leñas
recuerdo razonable a deshora.
Solitaria la psiquis se doblega,
sin bullicio llega el reposo
sonrisa delirante se relega.
La sombra yace a la espera,
evade la canícula sincrónica,
en su aliento no desespera.
- Autor: Charlescolt (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2024 a las 16:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: La raiz que no se seca, La Bruja Irreverente, Antonio Pais, Gonzalo Márquez, Pilar Luna, racsonando, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz
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