BAJO LA LUNA DE GUILLOTINA
chispean los minutos como lluvia.
Que se los coma la tierra.
Mil veces he medido las sílabas del tiempo;
muy tarde es ya para cenar estrellas, (5)
para regar el polvo,
para impedir que con su dedo
este terrible yo por el que muero
acaricie y estreche
soledad. (10)
Bajo la luna de guillotina,
con peligrosa generosidad,
contribuyo a tapizar de ausencia todo,
hasta empalagarme,
solamente por oír (15)
recuerdos que no recuerdo ya qué me recuerdan.
Quieren, quisieran, querrían preguntarme,
como un niño pregunta por el tapón del mar,
cuánto pasado hay
en la aridez estéril de mi ilusión perdida. (20)
Se reirían, seguramente:
demasiado.
Bajo la luna de guillotina,
¡quién pudiese hartarse
de soñar y soñar y soñar! (25)
Bajo la luna de guillotina,
no me lo explico:
también
tiene un sabor de sal mi pensamiento,
una proximidad de lejanía, (30)
de otoño.
Además,
otra vez, sin piedad,
se me caen las ansias al vacío,
y de pronto… (35)
soy eco de algo.
Porque sobro en el abismo.
Porque la soledad no tiene labios.
Porque, en estos momentos,
bajo la luna de guillotina, (40)
vivo sin vivir en mí.
¡No comprendo dónde existo!
Y lo que es peor:
antes de que me entrara la edad por todas partes,
el frío, como un erizo envuelto en serrín, (45)
se hizo hondo, interior.
Hoy no puedo sino decirlo, tomar nota, procurar explicarlo,
mientras me tapa, baboso, la calle y la vida
con sus dedos untados
de espinas, sí, de rencores, (50)
de opresión.
Bajo la luna de guillotina,
muge la noche por la habitación.
¡Y yo, a la intemperie!
Aunque quiso ocultarlo, (55)
¡esta piedra de carne que solloza
no tiene corazón donde caerse!
¡Hasta mi propia sombra, dulce, tenaz, al lado,
ignorando por qué,
en terciopelo, en llanto, replegóse, (60)
como un crisantemo decapitado!
Y ahora,
cuando estoy al borde célebre de la violencia,
sin poder ni saber salir afuera,
¡dentro de mí se mueve, (65)
con sus inconvenientes de ser dos!
Y ahora,
que he condensado un siglo en cada día,
¡con qué reconcentrada intensidad de símbolo
se me parecen (70)
el tiempo
y un ábaco de pena tirado por la alfombra!
Y ahora,
que casi no quería ser palabra,
encogiendo mis hombros hechos niebla, (75)
robándome del pecho las más tiernas entrañas,
¡el espacio infinito de una sola agonía
hacia mí se abalanza, me atropella,
y, para hacer más noble el sacrificio,
bajo la luna de guillotina, (80)
sin borbotón apenas,
se empoza, como charco de culpa, en la mirada!
¡Qué lástima
observarme!
¡Qué soy sino una pobre enredadera (85)
de lágrimas, de lágrimas, de lágrimas,
que, un poco distraídamente,
busca y anhela el sosiego
que ensaliva la eternidad!
(¡Pero (90)
con la ciudad dormida en la garganta!)
Ciertamente, habría de ser negra
esta noche al mirarme:
la alegría nadie me la supo enseñar.
Quién sabe… (95)
Quizás,
si pudieran los sentimientos esquivar
el cuerpo en donde viven las interrogaciones,
si pudieran
mis ojos (100)
embotellar sonrisas como licores,
defender la alegría como una trinchera,
quizás,
si pudiera sacarme los ojos y comérmelos,
si vieras hasta qué hora son cuatro estas paredes, (105)
si supieras
que ha pasado agachándose por mi alma
el anticipo de la podredumbre,
tan portentosamente mía,
entonces (110)
quizás, mientras, detrás, tanto, tan nunca,
este remoto dejo de tristeza
que convierte en preguntas todo cuanto es herida
avanzaría hacia su crucifixión.
Sin embargo, (115)
bajo la luna de guillotina,
nada puedo;
sucede que la luz no tiene prisa,
porque las madrugadas no tienen adónde ir;
bajo la luna de guillotina, (120)
porque conozco el día que me espera,
sucede que me canso de ser hombre,
desmadejadamente, por los labios.
¿Cuándo será que mi esperanza vea?
Ya no consiente márgenes ni orillas (125)
lo aciago, lo crispante, lo mojado, lo fatal.
Ya no me dice nada
el pegajoso olor que dejan las promesas.
La belleza se va cuando yo llego.
Los espejos no reflejan: transparentan. (130)
Y, como yo, se apagan los semáforos.
¿Cuándo será? ¿Cuándo?
Bajo la luna de guillotina,
bajo el cilicio de las penas,
es tanto el silencio que da miedo cortarlo. (135)
Para abrazarme a lo que ya no existe,
¡como si eso importara!
Hoy es siempre todavía;
bajo la luna de guillotina,
¡un día más en vísperas del último!* (140)
El miserere de los cocodrilos (2024)
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[*]Todo el poema (centón no. 2) es un mosaico de versos procedentes de otros autores, un gigantesco cadáver exquisito. A continuación, detallo la procedencia de cada uno de ellos…
TÍTULO : Verso con el que concluye la obra teatral Bodas de sangre (estrenada en 1933), de Federico García Lorca. Pertenece al personaje de la Madre. Antes de ser repetido en el final de la obra, será recitado por el mismo personaje y en ese mismo Cuadro Último del Acto III.
Nº verso
1 : «Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu (De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, 1980)
2 :«Dánae», de Rosa Romojaro (Agua de luna, 1986)
3 : «Por la verde, verde oliva» (Romance No. 1), de Margarita Ferreras (Pez en la tierra, 1932)
4 : «Un método es menos leal con la vida que un error afortunado», de Luis García Montero (Un invierno propio, 2011)
5 : «Cita triste de Charlot», de Rafael Alberti (Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, 1929)
6 : «I - Oh, este dolor» [El hacha], de León Felipe (El español del éxodo y el llanto. Doctrina, Elegías y Canciones, 1939)
7 : «La dama extraña», de Julia Uceda (Zona desconocida, 2006)
8 : «La unión con Dios» (CCXXI), de Miguel de Unamuno (Rosario de sonetos líricos, 1911)
9 : «A Blanca (I)» [Tercera parte], de José Zorrilla (Tomo primero. Obras poéticas, 1847)
10 : «Cuadros de una exposición», de Javier Salvago (Volverlo a intentar, 1989)
11 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
12 : «Ajeno», de Claudio Rodríguez (Alianza y condena, 1965)
13 : «9», de Roberto Juarroz (Poesía vertical, 1958)
14 : «Poética» [¿poesía liberada o deliberada?…], de Saúl Yurkievich (Rimbomba, 1978)
15 : «Gacela del amor que no se deja ver», de Federico García Lorca (Diván del Tamarit, 1941, edición póstuma)
16 : «Es peligroso abrir algún cajón…», de Ana Montojo Micó (Por si esto fuera poco, 2021)
17 : «Los ángeles mudos», de Rafael Alberti (Sobre los ángeles, 1929)
18 : «Chernóbil», de Isabel Pérez Montalbán (Vikinga, 2020)
19 : «Mestizaje», de José Manuel Caballero Bonald (Diario de Argónida, 1997)
20 : «El amor a las cosas», de Josefina Romo Arregui (La peregrinación inmóvil, 1932)
21 : «La mujer» [Otros poemas], de Nicanor Parra (Obra gruesa, 1969)
22 : «Voz», de Alfonsina Storni (Mundo de siete pozos, 1934)
23 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
24 : «Canción II» (principios del siglo XVI), de Garcilaso de la Vega
25 : «Divagación nocturna» (1920), de León de Greiff
26 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
27 : «Rosal chino», de Almudena Guzmán (Calendario, 1998)
28 : «La segura mano de Dios», de Roque Dalton (Taberna y otros lugares, 1969)
29 : «Pausas» (I), de José Gorostiza Alcalá (Canciones para cantar en las barcas, 1925)
30 : «La renuncia», de Andrés Eloy Blanco (Poda, 1934)
31 : «Subcristal», de Jacobo Fijman (Molino rojo, 1926)
32 : «Profesión de fe», de César Dávila Andrade (Poesía del gran todo en polvo, 1967)
33 : «Del halcón que piensa de sí y está atemorizado», de Juana Castro (Arte de cetrería, 1989)
34 : «Canto I», de Vicente Huidobro (Altazor o el viaje en paracaídas, 1931)
35 : «Cuatro vientos», de Lucía Sánchez Saornil (Poesía, 1996, antología póstuma)
36 : «III» [Esperé un dios en mis días…], de Luis Cernuda (Donde habite el olvido, 1932-33)
37 : «IV» [Contigo / pasa el gran sol por una…], de Humberto Díaz Casanueva (Los penitenciales, 1960)
38 : «Intermediario ser, anfibio alado...» (1953) (soneto), de Pilar Paz Pasamar
39 : «La renovada Muerte de la noche», de Salvador Novo (Nuevo amor, 1933)
40 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
41 : «Copla II, del alma que pena por ver a Dios» (en torno a 1572), de (san) Juan de la Cruz [también localizaremos este verso en una copla similar de (santa) Teresa de Jesús]
42 : «Toisón» (1910), de Rubén Darío
43 : «Sepia es la herida», de Neus Aguado (Intimidad de la fiebre, 2002)
44 : «Es peligroso abrir algún cajón…», de Ana Montojo Micó (Por si esto fuera poco, 2021)
45 : «His ancestors», de Mario Obrero (Peachtree City, 2021)
46 : «Fuente», de Blanca Varela (Canto villano, 1978)
47 : «Consumación», de Vicente Aleixandre (Poemas de la consumación, 1968)
48 : «Qué hago yo aquí medio borracha», de Almudena Guzmán (Usted, 1986)
49 : «El niño y el farol (5)», de Evaristo Ribera Chevremont (Creación, 1951)
50 : «Las golondrinas del Señor», de José María Pemán (Poesía sacra, 1940)
51 : «Lo que esperamos» [Embelecos], de Oliverio Girondo (Persuasión de los días, 1942)
52 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
53 : «Contribución al noctambulismo», de José Manuel Caballero Bonald (Descrédito del héroe, 1977)
54 : «Boletín y elegía de las mitas» (1959), de César Dávila Andrade
55 : «De la virtud del ave solitaria», de Ángeles Mora Fragoso (La dama errante, 1990)
56 : «Siempre», de Vicente Aleixandre (Espadas como labios, 1932)
57 : «Canción Verlaine», de Luis García Montero (Las flores del frío, 1991)
58 : «A la poesía», de Fernando Charry Lara (Los adioses, 1963)
59 : «Rima LVI» [Hoy como ayer, mañana como hoy…], de Gustavo Adolfo Bécquer (1871, edición póstuma)
60 : «La paz, la avispa, el taco, las vertientes», de César Vallejo (Poemas humanos, 1959, edición póstuma)
61 : «Cuarto», de Ana Rossetti (Virgo potens, 1994)
62 : «Batman», de José Carlos Becerra (El otoño recorre las islas, 1973, antología póstuma)
63 : «Me viene, hay días, una gana ubérrima», de César Vallejo (Poemas humanos, 1959, edición póstuma)
64 : «Del conocimiento de sí mismo» (1570s?), canción atribuida a (fray) Luis de León
65 : «La Gota De Miel» [Primera Parte: Miñonetas - Tomo VIII], de José Tomás De Cuellar (Facundo) (La Linterna Mágica: colección de novelas de costumbres mexicanas, artículos y poesías, 1889-92)
66 : «Canción de aniversario», de Jaime Gil de Biedma (Moralidades, 1966)
67 : [«Batman», de José Carlos Becerra]
68 : «Rima LVII» [Este armazón de huesos y pellejo…], de Gustavo Adolfo Bécquer (1871, edición póstuma)
69 : «Peeping Tom», de Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo, 1975)
70 : «Conocimiento de las ruinas», de Ángeles Mora Fragoso (La dama errante, 1990)
71 : «Ayer en fondo», de Félix Grande Lara (Las piedras, 1964)
72 : «Fin de curso», de Juana Castro (La jaula de los mil pájaros, 2004)
73 : [«Batman», de José Carlos Becerra]
74 : «Elegía para decirme», de Carilda Oliver Labra (Al sur de mi garganta, 1949)
75 : «La rosa de los vientos», de José María de Hinojosa (La rosa de los vientos, 1927)
76 : «Niebla en los ojos» (Arquíloco), de Aurora Luque (Los dados de Eros. Antología de poesía erótica griega, 2000)
77 : «Picasso-Guernica-Picasso: 1973», de José Ángel Valente (Interior con figuras, 1976)
78 : «Más verdad», de Jorge Guillén (Cántico, 1918-50)
79 : «El valle y el monte», de Felipe Jacinto Sala (Nuevas fábulas, 1886)
80 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
81 : «Lo que pueda contaros», de Javier Egea (Troppo Mare, 1984)
82 : «Los heraldos negros», de César Vallejo (Los heraldos negros, 1915-18)
83 : «¡Qué lástima!», de León Felipe (Versos y oraciones de caminante, 1920-29)
84 : «Canto villano» [Y de pronto la vida…], de Blanca Varela (Canto villano, 1978)
85 : «La fe loca» (1846), de Carolina Coronado
86 : «Oda a Federico García Lorca», de Pablo Neruda (Residencia en la tierra II, 1931-35)
87 : «El lugar vacío», de Cintio Vintier [recogido en la Antología de la poesía hispanoamericana (1985), de Juan Gustavo Cobo Borda]
88 : «Busca y anhela el sosiego…», de Rosalía de Castro (En las orillas del Sar, 1884)
89 : «El esperado», de José Lezama Lima (Fragmentos a su imán, 1977, edición póstuma)
90 : «Soledades», de Mario Benedetti (Poemas de otros, 1973-74)
91 : «Casida del herido por el agua», de Federico García Lorca (Diván del Tamarit, 1941, edición póstuma)
92 : «De la longa», de Juana Castro (Arte de cetrería, 1989)
93 : «Amor más poderoso que la vida», de Jaime Gil de Biedma (Colección particular, 1955-67)
94 : «Tristitia» (soneto), de Abraham Valdelomar Pinto (incluido en la antología Las voces múltiples, 1916)
95 : «Densos velos te cubren, poesía», de Olga Orozco (La noche a la deriva, 1984)
96 : «Respuesta del derviche», de Ida Vitale (Jardín de Sílice, 1980)
97 : «Monólogo interior de Rilke», de Lauren Mendinueta (Autobiografía Ampliada, 2006)
98 : «XV (Ese perdido reino…)» [Libro 2], de Luis García Montero (Diario cómplice, 1987)
99 : «Paisaje de la estrella», de Ida Vitale (Jardín de Sílice, 1980)
100 : «Fluye solo el silencio», de Ada Salas (Variaciones en blanco, 1994)
101 : «Canto III», de Vicente Huidobro (Altazor o el viaje en paracaídas, 1931)
102 : «Defensa de la alegría», de Mario Benedetti (Cotidianas, 1978-79)
103 : [«Respuesta del derviche», de Ida Vitale]
104 : «Oda a Federico García Lorca», de Pablo Neruda (Residencia en la tierra II, 1931-35)
105 : «XVIII» [Oh las cuatro paredes de la celda…], de César Vallejo (Trilce, 1922)
106 : «Si supieras…», de Violeta Luna (Poesía junta, 2005)
107 : «La rueda del hambriento», de César Vallejo (Poemas humanos, 1959, edición póstuma)
108 : «XIV», de Luis García Montero (Balada de la muerte en la poesía, 2016)
109 : «Vocales para Hilda», de Gonzalo Rojas (¿Qué se ama cuando se ama?, 2000)
110 : «La dame à la licorne», de Carlos Barral (Figuración y fuga, 1966)
111 : «La paz, la avispa, el taco, las vertientes», de César Vallejo (Poemas humanos, 1959, edición póstuma) [la -s- de «quizá» se ha añadido para poner este verso en sintonía con los anteriores]
112 : «Elegía», de Luis Cernuda (Égloga, elegía, oda, 1927-28)
113 : «Me busco y no me encuentro…», de Josefina de la Torre (Marzo incompleto, 1933)
114 : «Ah del ladrón…» [III - Runas], de Clara Janés (Huellas sobre una corteza, 2005)
115 : «Densos velos te cubren, poesía», de Olga Orozco (La noche a la deriva, 1984)
116 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
117 : «Góngora», de Jorge Luis Borges (Los conjurados, 1985) [sólo la primera parte del verso]
118 : «Los sucesos», de Miguel Valdivieso Belmás (Obra completa, 1968, antología póstuma)
119 : «Vigilar un examen», de Luis García Montero (A puerta cerrada, 2011-17)
120 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
121 : «Albada», de Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo, 1975)
122 : «Walking around», de Pablo Neruda (Residencia en la tierra II, 1931-35)
123 : «Lo que pueda contaros», de Javier Egea (Troppo Mare, 1984)
124 : «Entre armas, guerra, fuego, ira y furores…» (soneto de mediados del siglo XVI), de Gutierre de Cetina
125 : «Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes, de los castellanos, escrita a don Gaspar de Guzmán, Conde de Olivares, en su valimiento» (1625), de Francisco de Quevedo y Villegas
126 : «La paz, la avispa, el taco, las vertientes», de César Vallejo (Poemas humanos, 1959, edición póstuma)
127 : «Yo» [No sé quién soy…], de Idea Vilariño (No, 1980)
128 : «15:00 H.», de Inma Pelegrín (Cuestión de horas, 2012)
129 : «Mariposa de luz», de Juan Ramón Jiménez (Piedra y cielo, 1918)
130 : «Los espejos transparentes», de Gabriel Celaya (Los espejos transparentes, 1967)
131 : «XIV» [Libro 1], de Luis García Montero (Diario cómplice, 1987)
132 : «Canto del justo», de Gabriela Mistral (Desolación, 1922)
133 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
134 : «Misa negra» (1893), de José Juan Tablada
135 : «Ritual de violetas», de Amalia Iglesias Serna (La sed del río, 2016)
136 : «El bar de siempre», de Luis García Montero (La intimidad de la serpiente, 2003)
137 : «Y seguirá sin mí» (1979), de Idea Vilariño
138 : «CLXI (VIII)» [Proverbios y cantares (A José Ortega y Gasset)], de Antonio Machado (Campos de Castilla, 1907-17)
139 : [«Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas», de Blanca Andreu]
140 : «El día menos pensado», de José Manuel Caballero Bonald (Manual de infractores, 2005)
Comentarios1
Genial.
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