VIVIR EN NUESTRA CONCIENCIA

 

No podemos cambiar el mundo, pero viviendo en nuestra conciencia podremos trasmutar nuestra realidad interior. Después de todo lo externo no es más que un reflejo de quienes somos.

Es tiempo de que el Hombre busque en la meditación y espiritualidad las respuestas al porqué está aquí, cuál es su propósito y qué vino a aprender. No se necesitan intermediarios para ello, la conexión con Dios es entre Dios y el ser.

Si seguimos atendiendo solamente a frivolidades no evolucionaremos.

La vida es mucho más que comer, trabajar, disfrutar y dormir. Es un acto de trascendencia para el desarrollo de nuestra alma y no deberíamos permitirnos pasar por ella sin haber cambiado interiormente.

Aceptarnos a nosotros mismos es aceptar nuestra grandeza, pero también la responsabilidad de una mejora continua. Por otra parte no mostrarnos como somos es sólo un acto de cobardía.

Creer que la vida se reduce a nacer, reproducirnos y morir es ignorar el sublime misterio que subyace detrás de cada nacimiento.

Si el amor y el odio existen y no pueden verse, ¿qué le falta al Hombre para empezar a creer en una fuerza inteligente, que lo puso en este plano con un propósito mucho más grande que lo que él puede llegar a imaginar?.

 

Lucila De Melo(MMGA)

Uruguay