¿Qué es lo que me gustaría? 

¿Qué es lo que me gustaría?  
Perderme a mí.  
Terminar con esta condición de estar siempre al acecho;  
apagar de una vez por todas  
la alarma que interrumpe mi sueño;  
desconocer cómo termina la historia para escucharla nuevamente atento,  

¡y también para desconocerte a vos!  
Desarroparme de esta perspicacia  
que cada día se olvida de mí  
por atender el ruido y al transeúnte que no se percata de mi paso;  

Derrumbar el muro impenetrable  
que por siglos de olvido he fortificado,  
dejar ese espacio libre  
para que se construyan los nuevos caminos con las pisadas de los extraños,  

que somos todos;  
abandonar por fin al eterno vigía del concepto,  
al escolar que busca el error gramático  
en el conocimiento superfluo;  

Matar los prejuicios ocultos  
que afloran con el orgullo;  
aliviar al que cavila en mi sombra  
buscando la incertidumbre  
tras el humo de mi aliento;  

¡Oh sabedor, solitario de tu propia fiesta!  
¿Dónde están los impertinentes, los músicos y los poetas?  
Mientras permanecés derrotado en tu casa  
(el plató magnífico de la debacle de tu tiempo)  

Frente al espejo cuando las palabras te rayan el rostro  
(que son tuyas, porque vos las dijiste, acodarte bien),  
y dejan en tu faz esas líneas mal elaboradas  
hasta el hastío de tu edad, muy profundamente  
(como un retrato antiguo y sucio, descuidado).  

Bufón desterrado del palacio real  
y condenado a vagar en su medieval edad para sobremorir.  
¡Canta solemne bufón y hazme reír  
con tu ingenio que es tu tragedia,  
pero ponte el sombrero de tonto!  

Ser solo el recuerdo.  
En el mejor de los casos, si queda una minúscula partícula alegre del pasado,  
¡Un lobo, un lobo cósmico!  

Lima, 31 de agosto de 2024