Si no estoy es porque me he ido
“Nada nos queda ya, excepto la costumbre, y un camino directo a la tristeza”
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"Hoy quisiera que alguien me salvara, un héroe de la vida cotidiana, un miliciano de las cosas sencillas, un joven corazón sin cicatrices, un amigo sin más, un asidero, donde colgar mis miedos y mis penas.
Hoy quisiera que alguien sostuviera entre sus manos fuertes y valientes, toda mi cobardía hecha pedazos, y me dijera ven, sencillamente, sin aspavientos, sin falsos halagos, empujando mi ánimo maltrecho más allá de los versos, de los libros inéditos, de las palabras huecas.
Hoy quisiera que alguien me arrastrara fuera de este refugio en el que habito, me ayudara a limpiar las telarañas, a colgar de una cuerda lo que ha de ser lavado: las sábanas gastadas, la tristeza baldía, la yerma soledad de las derrotas. Y después de tenderlo todo al viento, me ofreciera su hombro solidario donde apoyar mi frágil entereza, mi decepción vestida de domingo, para poder, de nuevo, caminar."
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Marisa Peña, poeta madrileña, poesía testimonial, reflexiva y existencial. Una maravilla de ser humano, sensible, comprometida, solidaria, pesimista (como tiene que ser en momentos de tanta angustia).
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Autor:
Toki - (Carlos Eduardo) (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de septiembre de 2024 a las 08:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Augusto Fleid, Menesteo, Mauro Enrique Lopez Z., jvnavarro, Pilar Luna
Offline)
Comentarios1
No tenía yo conocimiento de Marisa Peña. Son tant@s l@s poetas que llegamos a ell@s por otros poetas amigos y me alegra mucho haber dado con esa excelente poeta por ese poema que tú hiciste referencia.
Ella cuenta sus poemas desde el lado de los vencidos, acordándose de los que no tuvieron reconocimiento alguno por ser los perdedores de una fatal guerra que no se debió dar y que, tantos los de un bando como los de otro, padecieron las calamidades de una guerra civil. Aquello fue la mayor desgracia que se puede dar en un pueblo, tuvieron que luchar familiares entre sí, dependía en que lado te pillara cuando estalló aquella desgracia.
Quizás deberíamos leer más sobre lo que pasó en aquellos momentos y así tener más conocimiento y no dejarnos llevar por los partidarios de uno u otro bando y de lo que sí estoy totalmente convencido es de que deberíamos pensar en solo una España y no en varias como actualmente pretenden algunos políticos, porque eso nos llevaría nuevamente a lo que nunca debió suceder en España.
Amigo Toki (Carlos Eduardo) se que comprenderás mi punto de vista sobre el poema y su autora.
Un fraternal abrazo desde mi bahía gaditana.
Menesteo, un gusto grande saber de ti; la violencia sea donde sea, entre quienes sea, todas sus formas, es devastadora. Un abrazo grande mi querido amigo
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