AMANECIDA

Enrique Dintrans A.

AMANECIDA  

Diga el sol 
alguna idea luminosa
con la angelical presencia
de sus dorados rayos.  

La tierra escuche
la canción del aire 
y los mares aplaudan 
de ola en ola.

El viento descanse 
en la paz silenciosa 
de los sagrados bosques
y el desierto espere
la promesa de las aguas. 
 
¡Oh, niebla, 
¿Qué dices de tus sueños?
Algo envuelve tu manto invisible 
y parece florecer
en el silencio del volcán. 

¡Ah, Cordillera de tus nieves,
cuanta belleza florece en tus peñascos! 
Yo admiro tu telúrica presencia
y le encargo a los pájaros
que reciten poemas en tu honor.

Diga el sol
abriendo los secretos de la luz
cuanta bondad habita en el paisaje
y la música del viento proclame
en todos los puertos y bahías de mi patria
la llegada de semillas mensajeras
que poblarán los jardines
de nuestras ciudades malheridas. 

¡Viva Chile!   

 

E.D.A 

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