Blues sin final

Desde esta loma, solitaria vigía,

contemplo la luna, pálida náufraga.

El silencioso mar, a mis pies, susurra con tristeza,

mientras el viento acaricia mi alma fragmentada.

El olor a salitre y hierba seca

me envuelve en un manto de melancolía.

Y en cada ola que rompe en la arena,

veo tu rostro, perdido en la inmensidad mía.

Mientras en mi cabeza suena este blues que me consume.

Oh, mi amor, ¿dónde estás?...

Sin ti, mi guitarra, mi fiel compañera desgarrada, ahora llora conmigo.

Desde que te fuiste, sus cuerdas, antes alegres y

brillantes, como rayos de sol en un día claro,

ahora susurran mi dolor como hojas secas al viento,

arrastradas por una melodía de melancolía.

Las calles vacías reflejan mi dolor,

un espejo roto que refleja mi alma fragmentada.

Cada esquina, guarda un recuerdo a ti,

como una mariposa nocturna, atrapada en un frasco de cristal.

Mientras en mi cabeza suena este blues que me consume.

La luna bañaba nuestras almas en plata,

mientras las cuerdas de mi guitarra,

susurraban historias antiguas, eternas,

como un río que fluye hacia un mar infinito.

El aroma a salitre y tierra mojada

se mezclaba con el sonido de tus carcajadas,

ahora lejanas como ecos en una cueva oscura.

El tiempo, arena movediza, agranda mi sufrir como un embudo.

Cada segundo, es un eterno dolor…

Espero el día, que vuelvas a mí,

como un náufrago espera ver la costa,

una línea en el horizonte que promete un nuevo amanecer.

Mientras en mi cabeza suena este blues que me consume.

Oh, mi amor, ¿dónde estás?

Desde que te fuiste, cada día es un tormento.

Sin ti, mi vida no tiene paz.

Mi blues, un lamento por toda la eternidad…

Recuerda cuando la luna

bañaba nuestras almas en plata.

¿y si algún día, nuestro amor volviera a florecer,

como un milagro de rosa de Jericó?

Mientras en mi cabeza suena este blues sin final, que me consume.

Gonci