Ojos que no piden permiso marcan el camino para un final.

Milber Fuentes

Estos ojos que hasta ahora me acompañan son colas de gato. Ven el mundo sin mi permiso, consumen la vida a bocanadas gigantescas, desde antes del sol rojo de la mañana hasta el cansancio del sol de la tarde. Los días son todo lo que ellas ven, colas de gato que son Látigos caprichosos que toman la decisión de ver lo que desean.


El día de mi muerte será el día que esas colas ya marcaron. definitivamente no será un lunes, quizá en domingo cuando todo está en    silencio, o un sábado ruidoso. Sé que no será en calma; será un espectáculo, como los viernes, cuando unos miran el crepúsculo y otros la novela de la tarde. Yo, mientras, gritaré anunciando mi final.

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