LA NOTA AZUL SE ENCENDIÓ

Me contó la vieja canción que entre los aires hoy volvió;

las estrellas fugaces se encienden desde el interior…

dejando aquí la estela de sus palabras cual luz de luciérnaga,

dio la vuelta a los alisios vientos y se esfumó…

 

Descuidada de su misterio se ilumina un esplendor,

gritando dulcemente cual abismo de ciénaga,

siendo el anhelo de esperanza que la noche extravió,

despertando en el agua la herida de quien una vez amó.

 

Si la música suena en presente,

igual seré pasado,

pretérita su nota, igual,

que su cambio radical, haciendo,

latir mi delirio ausente…

 

Hace poco recordé una vieja tonada que de pronto cambió,

fractales de los lúmenes que pasan una sola vez en la vida,

sin dejar escapar su deriva ni su esplendor,

cuando el firmamento no lo olvida.

 

Vuela más rápido que estas palabras,

una sola vez… una sola vez,

sin sus métricas, ni sus trabas,

pero sí desde el interior… aunque las acompañen después.