Tienes total libertad
para que tus manos
deambulen
por todo mi cuerpo.
Déjame acariciar tu alma
con la yema de mis dedos,
dejarnos fluir a fuego lento
mientras nos besemos,
perseguir el rastro de tu aroma
hasta el fin de los infiernos.
Terminar los dos en el éxtasis,
como la Santa Teresa de Bernini,
mirarnos a los ojos firmemente
desde el ansia que emanan nuestros cuerpos.
Querernos más allá de lo físico,
atraernos sobre el parquet a la cama,
palparnos por debajo de las sábanas,
sentirnos como si no hubiera un mañana.
- Autor: Anarf99 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2024 a las 21:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Antonio Pais, La raiz que no se seca, Mauro Enrique Lopez Z., Gonzalo Márquez Pedregal, Pilar Luna
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