Un triste despertar

Juan Sebastian Mena

 

 

¡No te la lleves! ¡no te la lleves! Que solo es aquí donde la puedo encontrar, no te lleves su aroma que dejaba en mi chaqueta, ahora no recuerdo su fragancia y su recuerdo me devora la cabeza.

No te lleves su mirada luchadora, el enfrentamiento contra las flechas del de sosiego, ella sostiene con sus manos la libertad de su pueblo, el cariño forzado hacia otro sujeto. 

 

No seas malo por favor, deja que se quede otro momento más aquí, que solo aquí puedo reconocer su rostro y besar sus labios sinfin, no quiero abrir los ojos porque su reflejo nuevamente se va de aquí.

Sueños malos, sueños inconclusos, seductores mentirosos del desamor, ya se fue y conmigo nunca se quedó.

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