Desde mi habitación no oigo la guerra,
ni los aullidos macilentos de los heridos,
ni los estertores infinitos entre los moribundos;
tampoco las descargas miserables de las bombas...
... no, no los oigo, pero los siento en mi soledad
cuando me intento refugiar en el sueño
y el sueño tampoco puede dormir abatido
por una bala perdida disparada por mi conciencia.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO
- Autor: jagc (Seudónimo) ( Online)
- Publicado: 19 de septiembre de 2024 a las 08:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Francisco Javier G. Aguado 😉, Antonio Pais, albertoescribe, Augusto Fleid, Pilar Luna, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Rafael Merida Cruz-Lascano, El Hombre de la Rosa, Llaneza, CARLOS ARMIJO R...✒️, Sergio Alejandro Cortéz, Ricardo Castillo., Javier Julián Enríquez
Comentarios3
Grande este poema y quien construye con soledades un puente que lleva a un abismo, el de las guerras sin control y la deshumanización de la vida en manos de peligrosos seres dominadores de un mundo que no es suyo.
Algunos gritan, habemos otros que nos dejamos abrazar por la impotencia.
Las recriminaciones aparecerán tarde o temprano.
Puntuales tus letras.
Demasiadas guerras, buena noche.
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