Frente a la ventana, mi alma enmudece,
mi corazón se desgarra en silencio cruel,
mientras veo tu figura que desaparece
como un sueño que jamás volveré a ver.
Te llevas el sol con tu despedida,
la luz se apaga en cada paso que das,
y en mi pecho queda una herida
que el tiempo no logrará sanar jamás.
Las palabras se ahogan en mi garganta,
no hay gritos, solo un vacío mortal,
mientras mi mirada, rota y quebranta,
te sigue hasta el último umbral.
Cada latido es un lamento,
una súplica a lo que no puede ser,
y en el viento siento el tormento
de tu adiós que no logro comprender.
La ventana es ahora mi única aliada,
testigo muda de mi desolación,
mientras veo cómo te marchas,
llevándote mi amor y mi razón.
¿Qué queda de mí si ya no estás?
Solo escombros de lo que fui,
un corazón que te amará por siempre,
aunque tú, amor mío, ya te hayas ido de aquí.
- Autor: LMRomero ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2024 a las 17:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, nachosol, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna, ElidethAbreu
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