El mar olvidado rugió
Sacudió y estremeció con ira el sur del pabellón
Y murieron infinitos claveles dentro de una sola gota de sal.
La agonía del viento, quien compañero del mar es, beso tantas veces su espalda y reposo en su azul celeste cuando los habitantes de su cabellera dormían debajo de ella.
Es por eso que da tregua a su compañero, que busca salir de la agonía del silencio, porque no tiene compañeros en el océano.
Ya llegó el sur arrastrando otra oleada de ventarrónes frescos, estremeciéndose las palmeras en un beso clandestino de las olas con el follaje de la arena.
- Autor: Juan Sebastian Mena ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2024 a las 02:04
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: La raiz que no se seca, Mauro Enrique Lopez Z., Augusto Fleid, La Bruja Irreverente, EmilianoDR, Antonio Pais
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