Dos o tres mujeres amé,
(espero que no en vano)
en una eterna tarde que,
repetida y en secreto,
desgastaba este agobiado cuerpo.
Perseguí el aroma
de una sombra en su sombra
por calles empedradas y estrechas
bajo los aleros de las casas de tapia.
¿Qué encontré en su beso?,
hoy me pregunto,
quizá una vana promesa;
jugar a las escondidas
con una luciérnaga entre miles
de estelas brillantes
en el aire titilante de los días.
Vacías hoy las manos
de aquella luz inocente
nacida de la soledad arcaica
y de la decidida esperanza.
- Autor: juanestrada ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2024 a las 16:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Antonio Pais, La Bruja Irreverente, Sergio Alejandro Cortéz, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna, racsonando, Alicia Higueras
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