El agua que fluye soberana,
por el resquicio de tu aliento,
esculpe la piedra que ostento
y en preciosa se engalana.
Tú voz como eco se refleja,
en mi árido valle solitario,
cambia a verde mi escenario
un jardín de rosas se asemeja.
Canta como ruiseñor la melodía,
que a la distancia entonaste,
y de alegría me sonrojaste.
Susurran bellos calificativos,
tu boca roja provocativa,
producen efectos adictivos.
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Autor:
Charlescolt (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 21 de septiembre de 2024 a las 22:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, alicia perez hernandez, Ma. Gloria Carreón Zapata., Mauro Enrique Lopez Z., racsonando, ElidethAbreu, Llaneza, Sergio Alejandro Cortéz, Ricardo Castillo.
Offline)
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