Y veía, como se elevaban por encima de la multitud,
aquellas canastas de pita, artesanales,
surtidas no solo de cigarros y golosinas,
sino de esperanzas,
cargadas de expectativas, de esfuerzos,
en cada tabaco vendido, una sonrisa
en aquella vendedora que a punta de chicles
sostiene las promesas de su familia.
repletas de historias,
así elevan sus canastas,
pues levantar banderas no da de comer,
hoy levantan ellas sus guacales,
para que sus hijos mañana no levanten armas.
Sonrientes, parlanchinas, cautelosas,
vivarachas, de camisas coloridas
y miradas apagadas,
pero de luz inclaudicable.
"A 2 x 1 los cigarros amor,
le regalo un chicle por la compra"
la sofisticada publicidad de la necesidad,
el neuromarketing de la calle,
la economía creativa,
las mujeres de las canastas,
las que forman y forjan a la patria.
Por las frías pasarelas
van las mujeres desfilando sus canastas.
revestidas del poder que les protege,
erguidas en exquisita postura para lucir las mercancías
que de moneda en moneda suman la meta.
¡Cuantas canastas harían falta madre mía,
cuantas serían necesarias de vender,
para mantener a esta nación entera,
para comprar las ilusiones,
para sanar las heridas,
cuantas canastas se venden para comprar dignidad?.
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Autor:
Enigmático (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de septiembre de 2024 a las 01:00
- Comentario del autor sobre el poema: El homenaje a la mujer hispana, humana, que a punta de sus canastas sostienen la esperanza de sus familias y de todo un pubelo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: La raiz que no se seca, jvnavarro, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z.
Offline)
Comentarios2
Una realidad tan cotidiana en las calles de nuestras ciudades. Refleja con veracidad ésta ardua labor de muchas madres que con sus esfuerzos han sacado adelante sus hijos.
Cordial saludo.
Precioso. En mi tierra llevaban los cántaros y las canastas para lavar la ropa en el río y para hacer el pan en la tahona. Buenos recuerdos me trae tu precioso poema
Un saludo
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