Se han desteñido los colores de la tarde,
y los abrazos han muerto en el vientre del que aún no nacen;
La brisa se ha convertido en el beso necesario,
del corazón dolido en el pecho yermo;
Ahora entiendo la razón del por que siento frío,
y es que jamás debí apartarme de tu delicado abrazo,
como nunca debí callarme, para decir cuanto te Amo;
Sostengo con una mano, una copa tan vacía,
y en la otra el trozo de pan, que hace mucho olvidaría;
Presiento el sonido de tus pasos por la estancia,
y el vuelco de mi corazón con la ansiada espera de tan solo verte entrar,
para -sintiendo tu mirada- decirte que te quiero,
para que nunca más te vayas;
Me abrazo a tu pecho,
para que me cubras con tus alas,
y lloro en tu regazo, mientras susurro en voz muy baja,
y es entonces que miro tus ojos tiernos,
cuando me dices… lo mucho que me Amas.
- Autor: Alejandro Iza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2024 a las 06:06
- Comentario del autor sobre el poema: He escrito poesía y narrativa durante mucho tiempo, le he dedicado a muchas personas unas líneas de mi corazón, y deje de lado a quien siempre y como nadie me ha amado, por ello lamento no haberle dedicado más de mi y de mi corazón; estás humildes letras se las dedico a mi Señor, quien está conmigo para cuidarme y darme una nueva oportunidad. Gracias a quienes me dedicaron un poco de su valioso tiempo para leer este poema.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Augusto Fleid, Texi, Gonzalo Márquez, ElidethAbreu, Llaneza
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