Entre el azul cielo y la tierra,
la vida corona la cima
con los cinco reinos.
El hado, al ser su guía
con el poder supremo,
a las vicisitudes alterna.
Su libre albedrío
al tener razón de ser;
forma parte de la esencia.
En un punto de inflexión
de forma súbita e inesperada,
cruza el umbral.
Y con su alter ego
actúa con diligencia,
frente a los desafíos.
En el tiempo absoluto
es ineludible y manifiesto,
el fin de su existencia.
- Autor: Llaneza ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2024 a las 13:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 181
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Lualpri, Ricky Arbenz, Pilar Luna, José López Moreno., Aqua Marina, Scarlett-Oru, 🎅🌲María García Manero 🌲🎅, Santiago AlboHerna, Jaime Correa, Antonio Martín, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, EmilianoDR, David Arthur, CARLOS ARMIJO R...✒️, Jaime Alberto Garzón, alicia perez hernandez, Martha patricia B, Classman, Raül Bernadas, Patricia Aznar Laffont, maria1314, La Bruja Irreverente, María C., Sergio Alejandro Cortéz, Carolina Montero Mendoza, racsonando, Romey, JUSTO ALDÚ
Comentarios12
Un poema donde todo se ve bajo esa luz que es propia y que mejor se capta si en ello se convierte el lector en el cristalino de esa lupa que se ofrece como título.
Un saludo
Me encantó tu comentario
Un abrazo José.
Gracias y un saludo Llaneza
Gracias por tus letras, querida amiga Llaneza.
Ten un maravilloso día 🌸 🙋🏻♂️
A ti por comentar. Igual que tengas buen día.
Un abrazo con cariño Luis.
si el hado existe, aún la pregunta persiste, qué alcanza su poder? hasta dónde llega su cincel?
Interesante esas preguntas.
Cuando se cree en el hado, con su poder rige nuestras vidas
y con su cincel la moldea a su antojo.
Y con su alter ego
actúa con diligencia,
frente a los desafíos. Gracias por compartir tu poema un placer leerlo estimada poeta Llaneza . Saludos y éxitos.
Me alegra mucho te gustó.
Un abrazo con cariño Emiliano.
....El hado, al ser su guía
con el poder supremo,
a las vicisitudes alterna.....
Algo profundo tu poema pero muy bien escrito Llaneza
Saludos y feliz martes
David
Gracias David por tu grato comentario.
Un abrazo.
Y con su alter ego
actúa con diligencia,
frente a los desafíos.
....
A mi que me esculquen!! soy única! jajajajaj mi bella amiga Llaneza eres genial
Jajajaja eso es muy cierto eres única otra como tú imposible.
Un abrazote amiga .
Brillante
Gracias por tu grato parecer.
Tiempo absoluto e indefinible y el punto final de la existencia.
La profundidad de tus escritos, gime, mata.
Mi Nori, cada vez más profundo, cada vez más verdadero.
Mil besitos, mi reina!
Tan linda me haces sonreír con esa expresión… gime , mata
Un abrazote mi amiga querida.
Todas íbamos a ser reinas
Gabriela Mistral
Todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
y Lucila con Soledad.
En el valle de Elqui, ceñido
de cien montañas o de más,
que como ofrendas o tributos
arden en rojo y azafrán,
Lo decíamos embriagadas,
y lo tuvimos por verdad,
que seríamos todas reinas
y llegaríamos al mar.
Con las trenzas de los siete años,
y batas claras de percal,
persiguiendo tordos huidos
en la sombra del higueral,
De los cuatro reinos, decíamos,
indudables como el Korán,
que por grandes y por cabales
alcanzarían hasta el mar.
Cuatro esposos desposarían,
por el tiempo de desposar,
y eran reyes y cantadores
como David, rey de Judá.
Y de ser grandes nuestros reinos,
ellos tendrían, sin faltar,
mares verdes, mares de algas,
y el ave loca del faisán.
Y de tener todos los frutos,
árbol de leche, árbol del pan,
el guayacán no cortaríamos
ni morderíamos metal.
Todas íbamos a ser reinas,
y de verídico reinar;
pero ninguna ha sido reina
ni en Arauco ni en Copán.
Rosalía besó marino
ya desposado en el mar,
y al besador, en las Guaitecas,
se lo comió la tempestad.
Soledad crió siete hermanos
y su sangre dejó en su pan,
y sus ojos quedaron negros
de no haber visto nunca el mar.
En las viñas de Montegrande,
con su puro seno candeal,
mece los hijos de otras reinas
y los suyos no mecerá.
Efigenia cruzó extranjero
en las rutas, y sin hablar,
le siguió, sin saberle nombre,
porque el hombre parece el mar.
Y Lucila, que hablaba a río,
a montaña y cañaveral,
en las lunas de la locura
recibió reino de verdad.
En las nubes contó diez hijos
y en los salares su reinar,
en los ríos ha visto esposos
y su manto en la tempestad.
Pero en el Valle de Elqui, donde
son cien montañas o son más,
cantan las otras que vinieron
y las que vienen cantarán:
?«En la tierra seremos reinas,
y de verídico reinar,
y siendo grandes nuestros reinos,
llegaremos todas al mar».
CARIÑOS Laneza
Hermoso versar, me imagino lo publicaras en tu perfil.
Un abrazo con cariño Eduardo.
Al final solos!
Nadie puede elegir por ti
Nadie tiene ese derecho.
Saludos, un gusto leerte.
Me gusta tu comentario. Nada ni nadie…
Un abrazo.
Una excelente lupa nos muestras.
Un abrazo
Sonrío me gusta tu comentario.¡Gracias!.
Un abrazo con cariño Maria.
Un amor celestial
dno.
Desde aquí a la distancia
un amor que persiste
en el tiempo y el espacio
Un amor eterno.
Qué bonito mi linda Llaneza, escribes con el alma en la mano.
Con mucho cariño
JAVIER
Me gustó ese versar. .
Gracias por tu elogio a mi poema.
Un abrazo con cariño Javier.
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