PRISIONERO
¡Qué calma, que paz!
Si sigue la cosa así…
Seguro que no llega la sangre al río.
¡Qué va a llegar!
Ni al río, ni tan siquiera
al bar de la esquina…
que es donde me encuentro yo
en estos momentos.
Y es que… ¡Esto es vivir!
Esto es vivir y no estar siempre
encerrado en casa.
Vaya, voy a pedir otro gin-tonic
que este ya me lo he bebido.
A ver después cuando llegue a casa
que panorama me encuentro.
Bueno, pues… mientras espero aquí
tranquilo el momento de regresar,
puedo seguir disfrutando sin prisas,
de este acogedor retiro espiritual.
Y es que hasta mi inquieto y fatigado
estado de ánimo, parece más distendido,
se siente en un ambiente más diferente,
más lúcido, emancipado y más comedido,
libre completamente, perspicaz y relajado.
Tengo que practicarlo más, salir más,
no hace falta que sea solo a visitar bares,
que también. Pasear, ver gente, amigos,
no vivir voluntariamente cautivo y confinado.
- Autor: José Fas Fonfría ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2024 a las 02:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Pais, Augusto Fleid, Llaneza, Sergio Alejandro Cortéz
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