La felicidad me llega en un suspiro,
cuando tus ojos cruzan mi mirada,
no hace falta más, ni un solo giro,
porque al verte, mi alma ya es colmada.
No pido más que el simple instante,
en que tu risa rompe el aire,
es en tu ser, en lo constante,
donde mi mundo encuentra su donaire.
Contemplarte es mi más grande fortuna,
como quien ve al sol bañando el mar,
cada gesto tuyo es una luna
que ilumina mi camino sin cesar.
Ser parte de tu vida es un regalo,
un latido compartido, un eco eterno,
en tu presencia, el tiempo se hace halo,
y en tu luz, mi vida encuentra el invierno.
No necesito más que tu existencia,
para que el día se vuelva poesía,
porque verte es la esencia,
de mi más profunda alegría.
- Autor: LMRomero ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2024 a las 09:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz, Poemas de Pepita Fernández, racsonando
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