Encantadora, risueña y amable, era mi abuela.
Todos mis amigos la elogiaban y hacían su día.
Su dolorosa ausencia dejo en mi alma secuelas.
Vernos felices quería, y a todos nos consentían.
***-***
Al evocar, llega el llanto y, ya nadie nos consuela.
Muchas expresiones de mi vida, me la recuerdan.
Ella me vestía y me peinaba, para ir a mi escuela.
Ciertos hábitos en mí hacer, con ella, concuerdan.
***-***
Los domingos, eran para mí de terror, por la misa.
Nadie se podía escapar de esa tortuosa obligación.
Decía mi nombre y agregaba: No eres nada sumisa.
¡Abuela¡ Por favor, vamos más tarde a la comunión.
***-***
¡Callaba, pero iba recogiendo, el desorden a su paso.
Yo viví el amor de abuela Petra, aunque, era un caso.
- Autor: Rainajim (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2024 a las 09:21
- Comentario del autor sobre el poema: Buenos días.- Mirando al pasado, agradezco a la vida haber tenido una abuela.. Cuando nací, los otros habían muerto, sólo conocí y amé a mi abuelita materna...Cuando estás pequeño no te das cuenta de lo que vale ese tesoro llamado: Abuela. En los momentos más duros, escucho su voz y encuentro la salida...Dios sabe cuanto agradezco haberla tenido a mi lado...Me dolió no despedirme en cuerpo presente, por cuanto, estaba fuera del país cuando murió...No obstante, es mi luz en la vida...Nunca dudes, que la fuerza espiritual que asumes, te sostiene...Amén.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Llaneza, Alexandra L, jvnavarro, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., Sergio Alejandro Cortéz, Lualpri, Rafael Escobar, alicia perez hernandez, Dr. Salvador Santoyo Sánchez
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