"SE FELIZ"

Josué Gutiérrez Jaldin


 
Un dolor de amor,
que me hace ver la belleza de la vida,
cual quebrajo de tizones,
de cariño y amargura.
Me recuerda la noche en que me dejaste,
me dijiste que estás cansada de sufrir,
que en páramos desolados has de hallar tu camino...
Y el tuyo, encontrarás en puentes,
colgantes de ensueños,
y calles pintadas de estrellas sin fin.
 
No quise escuchar más,
y sin más, me alejé, la dejé,
sin luz ni pena,
solo dolor y azufre,
de un volcán que brota lágrimas de ira y amargura.
Sin mirar atrás huí, corrí,
pensando que sus ojos rojos,
como la sangre que precede de sus lágrimas,
me encontrarían,
y sus gritos de locura me atraparían.
 
Tiempo después me llegó una carta suya.
No quise abrirla, menos leerla.
Sé el daño que me causaría,
y la esperanza vana que deliraría.
Pero es mi madre, la echo de menos,
yo la quiero mucho.
Dicen que las rosas y los lirios,
no se comparan con la belleza de la gardenia,
que en su sufrir te crió,
y te amo en penurias... ¿verdad?
 
Me entró mucha nostalgia leer sus letras,
que solo rompen mi corazón una vez más,
que cuando de niño me lo cuidaba en abrazos,
y hoy me lo rompe sin piedad.
 
Mas los recuerdos me sumergen en hebras hirientes,
cuán cicatrices me dejan,
y que en el anhelo de buscarla,
quizá la perdone...
No sin antes de recordarme "se feliz",
como si fuera fácil.
 
Tocando el umbral que me separa de su amor,
una brisa inefable la abre,
que raso y llameante me hace volver al pasado,
del cual nunca podré escapar.
En las paredes diviso muchas rasguras,
como si hubiera querido escapar de su infierno,
y en el gleba, mucha mucha sangre,
y ella postrada al lado de un crucifijo,
su rostro morado y sus venas carcomidas sin vida.
Y una frase en la pared amedrentada,
que decía "se feliz".
 
Te odio y te extraño.
Perdóname por abandonarte,
solo quería ser feliz lejos de todo,
pero creo que solo terminé acabando conmigo mismo,
porque una parte de mi alma se va contigo.
No lo sé por qué lo hiciste, si yo te quise mucho,
solo que tú siempre me ignoraste.
Pero aún creo quererte,
y el saber que lo único que se interpone en nuestro camino
es el cielo y el infierno,
será mi condena...
Mamá...se feliz.

 

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