No por temor a lo nuevo
o confomidad con lo viejo,
los ojos testigos del íncubo,
que se esconde detrás del nuevo ciclo de las eras
proclamado por los profetas
del ánimo de lucro
se cerraron
para expulsar la masiva fé radioactiva
en las cualidades morales
de los hornos de micro-ondas
y prender la luz interna
para desvelar la verdad desconocida
y emitirla a través de cada poro viviente
interesado en anular su antigua deuda
con los banqueros de Jehová.
Escucha el rojo ritmo del corazón.
Mira el aura azul alrededor de los pulmones.
Disfruta del debate del cerebro con Freud.
HuGóS | 9-24-2024 | 10:02 p.m.
- Autor: Humberto Gómez Sequeira ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2024 a las 02:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, NO FOUND ERROR 4, Antonio Pais, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
La ultima estrofa es para enmarcar
Un saludo
Íncubo: Demonio en la creencia y mitología popular europea de la Edad Media, que se supone que se posa encima de la víctima durmiente, para tener relaciones sexuales con quien duerme, de acuerdo con una amplia cantidad de tradiciones mitológicas y legendarias. Su contraparte femenina se llama súcubo.
He reflexionado sobre este poema y he aprendido una nueva palabra hasta hoy desconocida para mí. A fin de cuentas; dos palabras. No sabía lo de los íncubos, mucho menos de los súcubos.
Excelente escrito.
Saludo cordial.
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